Los concellos cerraron el año con facturas pendientes de pago por más de 8 millones

Los gobiernos de las comarcas miran todavía de reojo el posible regreso de las reglas fiscales suprimidas por el Gobierno central, primero a raíz de la pandemia sanitaria, y luego por la guerra de Ucrania. La senda de estabilidad fiscal impulsada por el ejecutivo central se topó con el veto del PP en el Senado, pero semanas después el Gobierno anunció que este año funcionará con las cuentas prorrogadas.

Una de las medidas de control del gasto, implantada por primera vez en 2012, se articuló por ley mediante el establecimiento de un Período Medio de Pago a Proveedores (PMPP), fijando un tope inicial de 30 días para que las administraciones locales saldasen sus deudas. El ministerio acaba de hacer público el balance al cierre del pasado año, del que se desprende que Forcarei, Rodeiro y Dozón son, por este orden los concellos de las comarcas que más tardan en pagar a sus proveedores. Los períodos medios de pago se sitúa, por el mismo orden, en 123,4 días, 94,63 y 70,94 en cada caso. En un estudio en el que no figura Cerdedo-Cotobade, Vila de Cruces (4,42 días), A Estrada (15,7) y Silleda (15,9) son los que más pronto liquidan sus facturas.

Además, este informe nos permite conocer cuánto dinero quedó pendiente de pago por facturas en los cajones a las que no se les dio salida, que en estos ocho ayuntamientos ascienden a 8.172.239 euros. Los contratos que sí fueron liquidados en este período totalizan un montante de 17.314 euros. A Estrada es la administración local de las comarcas con un importe de pagos pendientes más elevado (3.231.766 euros), mientras que hizo frente a 3.159.237 euros. Un poco por debajo aparece Lalín, que al cierre del pasado curso arrastraba facturas a proveedores impagadas por valor de 2.498.682 euros, aunque con abonos cerrados que sumaban 8.218.997 euros. En Silleda los pagos sin cerrar ascendían a 540.354 euros, mientras que las facturas a las que les dio salida en este tiempo sumaron 1.341.886 euros. Vila de Cruces es el ayuntamiento del área con menos deuda en este sentido, con 195.954 euros pendientes, y algo más de 1,7 millones de facturas pagadas a sus proveedores. Los abonos de Rodeiro sumaron 913.125 euros, por 461.311 sin ejecutar. En el caso de Agolada figuran como pendientes un total de 379.973 euros, tras haber abonado otros 743.582 y en Dozón son 244.734 y 588.560 euros, respectivamente. Forcarei acumulaba entonces más dinero en facturas pendientes (619.462 euros) que el que destinó a pagos (585.686 euros).

Suscríbete para seguir leyendo