Una Nochevieja fuera de lo normal

Las estradenses Cristina Amosa, María Rey y María Castelao despiden el 2023 en el extranjero o en sus puestos de trabajo

De izquierda a derecha, María Castelao en un mercado navideño de Bremen con su pareja; Cristina Amosa en Italia con sus amigos; y María Rey (sentada en el suelo), despidiendo el año de guardia en el Hospital Clínico de Santiago.

De izquierda a derecha, María Castelao en un mercado navideño de Bremen con su pareja; Cristina Amosa en Italia con sus amigos; y María Rey (sentada en el suelo), despidiendo el año de guardia en el Hospital Clínico de Santiago. / Cedidas

La tradición dicta que por norma general, el año se despide en familia, cenando con los más allegados y comiendo una uva por cada una de las doce campanadas llamando así a la buena suerta de cara al nuevo ciclo. No obstante, son muchas otras las formas en las que sea por obligación o por preferencia, los estradenses dicen adiós al pasado año y reciben al siguiente. El abanico es amplio, desde los que cogen un avión al extranjero para pasar la velada con amigos, a los que ya viven fuera y no regresan, pasando por los que no tienen otra opción y deben acudir a su puesto de trabajo la noche del 31 de diciembre para el 1 de enero.

Dentro de la primera categoría está, por ejemplo, Cristina Amosa. Esta joven, que reside de forma permanente en Bruselas, Bélgica, regresó a casa para pasar las Navidades en familia, como cada año. Sin embargo, optó por montarse en un avión dirección Italia para pasar la Nochevieja con un amplio grupo de amigos por primera vez. Amosa reconoce que al principio titubeo: “Al ver que mis amigos no tenían plan en A Estrada decidí animarme”. Con todo, esta no era la primera vez que esta estradense emigrada en Bruselas pasaba estas fechas lejos de casa, pues ya el año pasado viajo para recibir el 2023 en su domicilio en la capital europea.

Por otra parte, María Castelao contó con una experiencia similar. “A decir verdad, desde que estamos en Alemania no pasamos nunca las Navidades que familia porque tanto mi pareja como yo solemos tener que trabajar en esas fechas, por lo que se complica un poco la situación. Aunque este año pasamos la Navidad con mi cuñado que vive en Polonia” afirma Castelao, que añade: “Celebramos fin de año por primera vez en nuestra casa, con amigos y compañeros de trabajo, fue l más parecido a una celebración tradicional”.

En ocasiones anteriores las maneras de despedir el año fueron variando. Por ejemplo, en el 2022 María y su pareja disfrutaron de una Nochevieja al más puro estilo alemán: “Lo pasamos en casa de unos amigos de aquí, cenamos el plato tradicional de esta zona para la fecha y a medianoche salimos para ver los fuegos artificiales, ya que es muy común que la gente compre en tiendas paquetes para realizar pirotecnia y al llegar el nuevo año los estallan”.

Aún así, la estradense admite que si bien aprender de las tradiciones de otros lugares es una buena experiencia, existen costumbres locales que intentan incorporar incluso en la distancia: “En esta ocasión nos organizamos bien y cuando volvimos a casa por vacaciones trajimos chocolate para hacer a la taza y tomar con churros el 1 de enero, empezando el 2024 con buen pie”.

Por último, María Rey no tuvo muchas opciones. Su trabajo como médica en el Hospital Clínico de Santiago la obligó a despedir el 2023 con la bata puesta y entre compañeros y pacientes, en lugar de sus familiares. Esta era la primera vez que le tocaba hacer guardia en estas fechas, pero aun así no quiso dejar de lado una de las tradiciones más estandarizadas en esta noche y junto al resto de personal de su planta tomaron las uvas acompañando a las campanadas.

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