Diez años haciendo familia

Acrofam, colectivo creado para acompañar y orientar a las familias en momentos difíciles o confusos, celebra su primera década

Acrofam lleva diez años acompañando a las familias de A Estrada.

Acrofam lleva diez años acompañando a las familias de A Estrada. / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Y un día feliz te conviertes en madre o en padre. Hay un ser diminuto que es parte de ti y que reclama constantemente tu atención. La responsabilidad te embarga y solo deseas estar a altura, sin perderte por el camino como esa persona que eras mientras tratas de ser uno –o el único– pilar que ha de sostener la que ahora es tu familia. La que tú has construido. Y, si tienes suerte, quizás no sea en esos primeros años, pero es más que probable que a medida que tus hijos crezcan, los retos de la crianza cambien y crezcan con ellos. Entonces entenderás por qué, hace diez años, familias de A Estrada fomentaron el nacimiento de la Asociación para el Crecimiento y Orientación en Familia, más conocida como Acrofam. El colectivo nacido a finales de diciembre de 2013 sopla su primera década con la intención de continuar acompañando a las familias a transitar por su día a día, estando ahí para iluminar los momentos difíciles o de confusión en los que la claridad para gestionar lo cotidiano parece desvanecerse.

“La familia es el núcleo principal donde se adquieren las primeras actitudes y habilidades; donde responsabilidad, escucha activa, apoyo mutuo, confianza, comprensión, empatía, autoestima, respeto, consideración y autoconocimiento son valores deseables y potenciales en la formación de nuestros hijos e hijas”, indican desde Acrofam. Explican que su intención, después de recoger la inquietud de las familias interesadas en conseguir servicios de apoyo, asesoramiento, orientación o acompañamiento para mejorar la vida emocional y familiar en sus hogares, fue convertirse en un “viento de cambio” en materia de educación emocional de infancia, adolescencia o juventud.

“Han transcurrido diez años desde que la inquietud principal llamó a nuestra puerta. Hemos ido evolucionando en una labor que nos deja huella; en intentar cosas nuevas; en una conciencia emocional más despierta y activa, donde nunca se termina de aprender y entender que en momentos puede que no estemos totalmente acertados”, explica desde el colectivo Kim Llobet. En todo este tiempo, Acrofam ha prestado servicios de atención a la diversidad, terapia individual y familiar, mediación ante conflictos, prevención de conductas adictivas, educación emocional, escuela de familia, charlas temáticas, abordaje de problemas de autoestima y comunicación o salud mental, así como de formación transversal en las aulas.

“Seguimos ratificando la importancia de ayudar, de respetar, de mostrar compasión y de agradecer... de seguir caminando y tendiendo esa mano amiga que se nos presenta”, señalan.

Agradecimiento

El equipo que conforma Acrofam, en el momento de conmemorar esta primera década de acción, no ha querido olvidarse de expresar su agradecimiento a todos los profesionales que acompañaron a la asociación en este tiempo, incluyendo en este ‘gracias’ el reconocimiento a todos los que siguen formando parte de esta gran familia. Aseguran haber encontrado abiertas las puertas de Anpas y centros escolares de A Estrada para poder organizar aulas en las que –también quieren reconocerlo– el alumnado mostró siempre “respeto y afecto”. “Agradecemos los aprendizajes que como adultos recibimos en las aulas porque ellos y ellas también enseñan”, subrayan.

Acrofam no se olvidó ayer de aplaudir la colaboración del Concello de A Estrada y de profesionales que plantean el desarrollo conjunto de iniciativas y –sobre todo– hubo agradecimiento “para todas las familias que nos permitieron crecer juntos”.

“Nos gustaría cerrar el círculo de esta década recordando tres opciones, entre otras muchas que existen”, manifestaron. La primera incide en la importancia de que los hijos “sientan que su casa es un lugar seguro para llorar, para desahogarse, para cruzar una tormenta emocional”. “Necesitamos que cuando tengan problemas deseen acudir a nosotros, no huir de nosotros”, remarcan.

En segundo lugar, en este décimo aniversario Acrofam remarca que “hay muros que solo la paciencia destruye y puentes que solo el cariño construye”. Su tercera recomendación nos anima a concedernos el derecho a brillar. Parafraseando a Marianne Williamson, remarcan que “es nuestra luz, no nuestra oscuridad, la que más nos asusta. Nos preguntamos ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?”. Así que, después de diez años, conviene tener fresco lo aprendido: ‘casa’ y ‘familia’ tienen que significar ‘hogar’, y este solo puede construirse desde el respeto y el amor, potenciando que cada uno de nosotros dejemos ver la luz que absolutamente todos llevamos dentro.