Un final feliz para Michiña

La gata herida que durante meses rondó por el lugar en el que falleció atropellado su dueño en A Estrada encuentra un nuevo hogar en Ourense

Michiña, recién operada para quitarle una de sus patas delanteras, con Izasku, su nueva amiga.

Michiña, recién operada para quitarle una de sus patas delanteras, con Izasku, su nueva amiga. / Cedida

Michiña se hizo famosa hace poco más de un mes cuando los voluntarios que velan por los gatos callejeros de A Estrada dieron la voz de alarma sobre el que era un caso especial entre los muchos que gestionan. La enferma gata llevaba desde el mes de agosto rondando por las fincas de la calle Serafín Pazo, aguardando por el regreso de su dueño, José Luís Penín García, quien falleció atropellado cuando cruzaba por un paso de cebra de la zona. Esta semana, la historia de Michiña vivió su final y, al menos por esta vez, fue feliz. Tras una operación para quitarle una de sus patas la gata ya descansa en su nuevo hogar en Ourense.

Los nuevos dueños de Michiña son Beatriz Míguez y su familia. “Cuando me contaron el caso me puse en contacto con las voluntarias de A Estrada. Inicialmente tenían otra persona interesada en la adopción pero, como suele pasar en este tipo de casos, desapareció en el último momento, así que me ofrecí a quedarme yo con ella”, explica una mujer que sabe bien de lo que habla, ya que también colabora con una asociación de voluntarios de Ourense. En su nuevo hogar, Michiña convivirá con otros gatos y también con perros. “Estamos encantados con ella. Es adulta, tendrá unos tres o cuatro años, pero quedó muy pequeña. Es supercariñosa”, relata.

Michiña está todavía en proceso de recuperación de la operación a la que se tuvo que someter una vez los voluntarios fueron capaces de atraparla. La gata sufrió en un algún momento una rotura de hueso en una de sus patas delanteras. La falta de una intervención terminó originando un problema más grave y finalmente obligando a dejarla solo con tres patas. “Una gata como esta y con ese problema no tiene ninguna posibilidad en la calle. Ahora, sin embargo, podrá terminar llevando una vida normal. Los animales son duros y se acaban adaptando”, manifestó Beatriz Míguez, quien ya tiene otros dos gatos con una pata menos.

La ourensana destaca además el trabajo que realizan los voluntarios que cada día velan por los animales callejeros, aportando su tiempo y su dinero para ello. “Hay una falsa creencia de que los gatos se buscan la vida en la calle. Eso es mentira. Todos merecemos tener un hogar”.

Gracias a Beatriz Míguez y su familia, los voluntarios de Palleiráns vieron cumplidos sus mejores deseos. Desde el inicio de toda esta historia se intentó gestionar una adopción paralela a la intervención quirúrgica, para que Michiña pudiese recuperarse en su nuevo hogar. Ahora, la gata disfruta colmada de atenciones y con una nueva vida por delante.

El “broche de oro” a varias adopciones

La adopción de Michiña ha sido, en palabras de las voluntarias de Palleiráns que velan por los gatos callejeros de A Estrada, el “broche de oro”a una época muy positiva a la hora de encontrar nuevos hogares para algunos de sus casos más complicados. Un gato sordo que sufrió un accidente, uno con enanismo e incluso dos negros a los que nadie parecía querer por culpa de un color relacionado con la mala suerte, encontraron una nueva oportunidad en forma de adopciones.

“Cuando la cosa suena fea, la gente es reticente a adoptar”, explican las voluntarias, que siguen recibiendo cada día nuevos casos de gatos abandonados. “Estas semanas nos están apareciendo gatos abandonados en las colonias. Son gatos de casa. Ya colocamos trampas para intentar cogerlos”, explican. “Es necesario concienciar a la gente de que si adopta, no abandone. El que no nos pueda ayudar que no lo haga pero al menos que no ponga piedras en el camino”, afirman.

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