“Constantemente llamo a mi familia de Gaza, pero no logro contactar. Tienen muy complicado salir”

"Somos un centenar y vivimos en tres casas, pero ahora están todos refugiados en una"

Ajabali Adib, ayer, en la peluquería que tiene en el casco urbano de Silleda

Ajabali Adib, ayer, en la peluquería que tiene en el casco urbano de Silleda / Bernabé/Javier Lalín

Desde hace casi dos semanas la comunidad internacional contiene la respiración por el enésimo conflicto entre el Estado de Israel y Hamás. Uno de los que no se separa de su móvil y siempre tiene encendida la televisión para seguir los acontecimientos es Aljabali Adib, gazatí de 35 años residente en Silleda desde hace 24 meses, y que tiene en la franja de Gaza a buena parte de su numerosa familia. Adib, que es como lo conoce todo el mundo en Trasdeza, regenta una popular peluquería de caballeros en la calle Venezuela, en la que la mayoría de su clientela es gente joven con ganas de lucir peinados “modernos”, como señala este peluquero palestino.

“Estoy llamando constantemente a la familia que tengo en Gaza pero no soy capaz de contactar porque allí cortan la señal”, explica Adib. Y añade que “mi familia vive en el centro de Gaza, en dos barrios llamados Al-Sha’af y Shejaiya. Nosotros tenemos tres casas y en cada casa hay cuatro pisos porque tengo una familia muy grande. Ahora están todos en una sola casa porque allá permanecen en total nueve hermanos y todos con sus respectivos hijos. También están mi padre y mi madre, que de momento gracias a Dios están bien”.

El propietario de AM Número 1 Peluquería recuerda que “en España llevo más o menos tres años y en Silleda unos dos. Cuando llegué estuve un tiempo en Almería donde hacía mucho calor y la cultura no me gustaba demasiado. Aquí, en Silleda, estoy mejor porque hace algo más de frío”. Lo cierto es que Adib es un políglota con estudios superiores después de haberse licenciado y obtenido un máster en microbiología en la Universidad de Ivánovo, una ciudad situada en el centro de la Rusia europea. Por eso, el peluquero de Silleda hace hincapié en que “hablo ruso y tengo un máster en microbiología. Me gustaría ampliar mis estudios con un doctorado pero no tengo tiempo por culpa del trabajo y, además, con esto de la invasión de Ucrania el certificado ruso no se reconoce en Europa. En Palestina llegué a trabajar de profesor pero cobraba muy poco y apenas me llegaba para comer. Lo de hacerme peluquero fue porque necesitaba trabajar en algo”.

Hablando con Adib se percibe esa resignación que arrastran de forma secular pueblos como el palestino, sobre todo cuando se les pregunta por el futuro más inmediato de sus seres queridos atrapados ahora en ese punto de Oriente Medio. “Es difícil sacarlos de allí porque mis padres siempre vivieron rodeados de una gran familia y de muchos amigos. Son mayores para poder adaptarse a una nueva cultura y a un idioma que no conocen. Además, en mi familia somos un centenar de miembros que tiene muy complicado salir de Gaza”. Y aclara que por si fuera poco, “en estos momentos no puedo enviarles la ayuda económica que hasta ahora les llegaba porque desde que me fui siempre les mandé dinero para mejorar su vida. Allí no hay bancos y las operadoras de los tránsfer no trabajan desde hace días debido a la situación actual en la zona”.

Dèjá vu

Adib también habla con la tranquilidad del que sabe qué se está cociendo ahora mismo en territorio israelí porque por desgracia para él lo que sucede en estos momentos es un déjà vu desde hace demasiado tiempo. En este sentido, dice recordar que “en 2008, cuando yo todavía vivía en Gaza, durante unos 24 días seguidos también nos cortaron la luz, el agua y escaseaban los alimentos. La vida no estaba garantizada, como también pasa ahora. Entonces, en nuestra familia también nos repartimos entre las distintas casas y recuerdo que lo pasamos muy mal”.

Se esfuerza por ser optimista pero subraya el hecho de que “en Palestina no hay trabajo. Tengo muchos amigos médicos e ingenieros que estudiaron en Cuba, por ejemplo, que se están buscando la vida por allí y lo tienen bastante complicado. Me gustaría que en Gaza hubiera la misma tranquilidad que tengo yo aquí, en Silleda, para poder trabajar y sacar una familia adelante pero ahora no es posible”. Mientras el planeta no pierde de vista los movimientos de Tsahal, Hezbollah o Mossad, entre otros actores del conflicto, Adib mantiene encendido su televisor donde permanente se puede contemplar la programación especial que del mismo ofrece la cadena Al Jazeera. “Aquí es todo más seguro y gracias a Dios tengo mucha clientela, sobre todo gente joven, porque me gusta hacer cortes de pelo actuales y nada clásicos”, asegura este gazatí que sigue esperando que algún día llegue la noticia de la reconciliación.

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La familia de Aljabali Adib cumple con creces el calificativo de numerosa. El peluquero establecido en Silleda asegura que en su clan “somos cerca de un centenar de personas, entre los que tengo unos 90 sobrinos”. Adib explica que también a todos ellos “los intentaba ayudar antes de que empezase esta guerra. Las guerras son malas y en realidad siempre son un negocio”. El clan se reparte entre la franja de Gaza y distintos puntos del territorio español. “También tengo familia en Madrid. Un tío mío se vino para España hace 50 años y se casó con una española, con la que tiene hijos. Y hay un primo en Santiago de Compostela y otro en la capital de España”, asegura el gazatí.

Su deseo sería algún día no muy lejano poder reunir a todos sus seres queridos en un lugar seguro. “Me gustaría poder invitar a mis hermanos a venir aquí, pero el tema de la visa es algo difícil, por no hablar de que en estos momentos intentar salir de la franja es muy peligroso”, apostilla. Esa tranquilidad que dice le insufla el ser vecino de Silleda también tiene que ver con que Adib puede tener a su pareja en tierras trasdezanas. “Tengo a mi pareja conmigo aquí; de momento no tenemos hijos porque aún no estamos casados”, aclara como buen musulmán mientras sonríe. De fondo suena el soniquete informativo de Al Jazeera con imágenes de una Gaza desbastada.

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