Silleda alega contra el vertedero de Campomarzo por su impacto ambiental

Explica que el proyecto carece de varios informes estatales y autonómicos y que no restaura el espacio minero | Cuiña indica que la gestión del depósito anterior no fue ejemplar

Manuel Cuiña, en la reunión que mantuvo en marzo con vecinos afectados por el vertedero. |  // BERNABÉ/J.L.

Manuel Cuiña, en la reunión que mantuvo en marzo con vecinos afectados por el vertedero. | // BERNABÉ/J.L. / salomé soutelo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Tal y como anunció el alcalde, Manuel Cuiña, el mes pasado durante un encuentro con los vecinos, el Concello de Silleda presentó alegaciones al proyecto de reapertura del vertedero de Campomarzo. Igual que hizo en el informe técnico remitido el pasado día 20, el gobierno local solicita en este alegato que se emita una declaración de impacto ambiental desfavorable, de modo que quede desestimada la solicitud de modificación sustancial de la autorización ambiental integrada que solicita el promotor, Bander Residuos SL.

En un área de captación de aguas

En la alegación, el Concello de Silleda apunta que el proyecto carece de informes previos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), por encontrarse en zona de afección de servidumbre así como de carreteras de la Xunta, de patrimonio o de Aguas de Galicia, entre otros. Además, la ubicación, en una zona inundable y de alta permeabilidad, no es la idónea, ya que se encuentra además en un área de captación de aguas potables y muy cerca de la Rede Natura 2000. Añade, por otra parte, que no se restaura el espacio minero y que se acumulan residuos en una zona protegida incluida desde el año 2004 en el Sistema Fluvial Ulla-Deza de dicha Rede Natura y sobre la que no se evalúan los impactos que puede tener el vertedero en concreto sobre el cauce del río Toxa, los hábitats, la flora o la fauna.

Desde la Alcaldía, Manuel Cuiña reitera que el gobierno local “está y estará al lado de donde tenemos que estar, junto a la ciudadanía, defendiendo sus intereses y también los del territorio que tenemos, en este caso un espacio único y singular como es la Fervenza do Toxa y su entorno”. Son las declaraciones que hizo el pasado 17 de marzo, cuando se reunió con vecinos de Pazos, Abades y Manduas, las zonas más inmediatas al vertedero. Cuiña recuerda que el vertedero de Campomarzo se construyó en 2002 como depósito de inertes, por entonces con la unanimidad de toda la corporación local, y que tuvo una gestión posterior “que para nada fue ejemplar”. De hecho, en varias ocasiones en el vertedero aparecieron restos que nada tenían que ver con inertes, el material para el que había sido abierto. En agosto de 2011 registró un incendio, intencionado, que tardó 45 horas en darse por extinguido.

Cuiña confía en que la Xunta estime las alegaciones remitidas tanto desde el Concello como desde los propios vecinos, la Plataforma Non ao vertedoiro de Campomarzo y otros colectivos. Sigue abierta la campaña de recogida de firmas en www.change.org.