Vilariño asegura que la operación de compra de los terrenos para la Gran Praza es ilegal

Expone que la ley de contratos del sector público y el propio planeamiento urbanístico lo impiden | Recuerda que la superficie está catalogada como suelo de uso residencial

Francisco Vilariño (centro), ayer, acompañado de miembros de la organización. |   // A.L.V.

Francisco Vilariño (centro), ayer, acompañado de miembros de la organización. | // A.L.V. / alfonso loño

El portavoz municipal del BNG de Lalín asegura que la compra de los terrenos para la construcción de la Gran Praza es a todas luces ilegal y entiende que el grupo de gobierno se verá abocado a frenar una operación anunciada este lunes por el alcalde, José Crespo, quien dio por cerradas las negociaciones con los vecinos para la adquisición de los bienes por algo más de 2,5 millones de euros.

El nacionalista esgrime dos razones fundamentales que, a su juicio, tumban cualquier posibilidad de acuerdo en la actualidad. Por un lado, explica que la ley de contratos del sector público es clara y advierte de que antes de cerrar cualquier operación de compra es preciso justificar los objetivos de necesidad, idoneidad y eficiencia de los mismos. Pero además, y ahí es donde Vilariño censura la incapacidad del gobierno, el ámbito incluido en un área de reparto figura catalogado como suelo de uso residencial en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), invalidando así cualquier acuerdo en este sentido. Explica que para desatacar el proceso desde el punto de vista urbanístico sería preciso llevar a cabo una modificación puntual del planeamiento, “que tardaría entre uno y dos años”. “Es como si el Concello compra unos terrenos en O Candán con el objetivo, en el futuro, de convertirlos en un espacio de uso residencial”, apunta.

Dos años

Para Vilariño, esta propuesta pone en evidencia a un gobierno que desconoce la normativa y que ni siquiera se preocupó, en estos cuatro años, de proponer una modificación puntual del Plan Xeral para encajar su promesa electoral ya de las pasadas municipales. Pone como ejemplo el parque Lalín 2000, donde para desarrollar la cuarta fase la Xunta pidió al Concello que aprobase primero el plan de sectorización. “El anuncio del alcalde es papel mojado y muestra la imagen de un gobierno sin proyecto y que funciona así”, dijo. Además dudar de que exista un informe jurídico favorable, entiende que la operación será rechazada por los departamentos de Secretaría e Intervención.

El líder del BNG no quiso dejar pasar por alto otros detalles, a su juicio, relevantes. Recordó que en el pleno del viernes pasado el alcalde ya dejó claras sus intenciones de cerrar la compra de los terrenos y cuando la oposición le pidió explicaciones alegó que si se producía un cambio de gobierno el nuevo equipo podría “devolver el dinero a los propietarios, los terrenos o plantar cebollas allí, que parece ser que se daban muy bien”. Aunque anteayer ya se había avanzado la solicitud de comparecencia en pleno del regidor, ahora cobra mucha más fuerza si cabe.

Por último, Vilariño insiste en que el municipio tiene otras necesidades que un proyecto que se irá por encima de los 8 millones de euros.

Areán critica la “miopía política” de la oposición

El portavoz del PP de Lalín, Pablo Areán, lamenta la “miopía política” de Compromiso, PSOE y BNG sobre con la compra de los terrenos para la Gran Praza y les reprocha “la invención de cifras sobre el coste para el ayuntamiento” y “la falta de visión estratégica y de capacidad de gestión”. “Las críticas de la oposición de los terrenos son un paripé político enmarcado en la precampaña electoral” y se muestra “plenamente convencido” de que “en realidad son conscientes de que es un gran proyecto para Lalín, que cambiará para mejor la fisonomía urbanística en pleno centro del pueblo”. “Ellos serían incapaces de gestionar una actuación de esta magnitud, pero Crespo ya demostró con el Pazo de Liñares la fórmula a seguir”, dice. Pasa porque el Concello compra los terrenos y luego se busca financiación externa, bien a través de fondos europeos, de la Xunta o de la Diputación, para que la materialización del proyecto no resulte excesivamente gravosa para las arcas municipales. Calificó como “sorprendente y curioso” el hecho de que los que defienden un centro peatonal y humanizado rechacen un gran espacio céntrico de 8.000 metros cuadrados para uso público”. Sobre el momento, resalta que “las oportunidades hay que aprovecharlas cuando aparecen” y alude tanto a la solvencia financiera del Concello como el interés de los vecinos por vender.