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Adega retomará su programa de custodia del Arnego con el proyecto ‘Fluviatilis’

Las actividades comienzan el año que viene y se extenderán hasta 2025 | Están abiertas al público y se centrarán en la erradicación de flora exótica como eucaliptos y acacias

Voluntarias de Adega colocan un panel en el Sobreiral do Arnego.

Adega retomará el año que viene sus actos de custodia del Sobreiral do Arnego, iniciado en 2016. Será a través del proyecto Fluviatilis, en el que participa junto a otras cuatro asociaciones para rehabilitar cinco ecosistemas fluviales del Estado con el apoyo del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex). Fluviatilis es una de las 14 iniciativas que obtuvieron una ayuda de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica. A la convocatoria se presentaron 132 propuestas.

Un presupuesto de 1,04 millones

Además de Adega, en Fluviatilis participan la Asociación de Naturalistas del Sureste, de Murcia; el Grup de Natura Freixe, de Cataluña; la Fundación Limne, de Valencia; y Red Cambera, de Cantabria. El coordinador de educación ambiental de Adega, Ramsés Pérez, explica que en realidad Adega y los colectivos cántabro y valenciano ya desarrollaban sus respectivos Proxecto Ríos, y que decidieron unir fuerzas y así poder compartir conocimientos a través de un programa de impacto territorial a nivel estatal.

Fluviatilis arrancará en 2023 y durará hasta 2025, mediante una inversión de 1,04 millones de euros. Por lo que respecta a la labor de Adega, trabajará en la eliminación de flora exótica en los cauces del Arnego, pero también en los del río Tea (donde ya había intervenido), del Tambre, del Limia y del Bibei. En este río están previstas también actuaciones de salida para vigilar el brote de nuevas especies invasoras. Tanto el río Bibei como el Sil, debido a sus valles, tienen temperaturas más elevadas que otras zonas del interior ourensano y lucense. De ahí que se hayan detectado acacias y hasta cactus, amén de fauna exótica como visón americano, almeja asiática o tortugas de Florida.

Controles periódicos

De regreso a Deza, en el Arnego Adega encontró y erradicó con anterioridad especies invasoras como el eucalipto o las acacias. Es preciso, añade Pérez, realizar eliminaciones y controles periódicos de flora invasora de forma continuada, en lugar de una acción puntual. ¿Por qué? Porque al ser eliminada, la especie invasora entiende que está siendo atacada y aumenta sus capacidades de rebrote.

Los trabajos de Adega en el Arnego volverán a tener lugar en la Zarra da Pena, donde Adega realizó ya un intenso trabajo no solo de control de flora exótica, sino también inventarios de flora y fauna o recuperación de elementos etnográficos. Colocó, además, decenas de cajas para refugio de los murciélagos.

JORNADA DE CONSERVACIÓN DE MURCIÉLAGOS DEL PROYECTO RÍOS EN EL SOBREIRAL DO ARNEGO ADEGA RAMSÉS PÉREZ

Ahora, con este nuevo proyecto estatal, todas las entidades participantes quieren además editar materiales de documentación “de especies exóticas que la gente ya está viendo” en algunas partes de España y que acabarán llegando a otras zonas. El trabajo de Fluviatilis se hará de manera coordinada con las confederaciones hidrográficas y con la Dirección Xeral de Patrimonio Natural. Pero es que, en realidad, esta actualización en la detección de especies exóticas “debería ser un trabajo de la administración”, recuerda Ramsés Pérez.

Apunta que el catálogo de la Xunta de 2012 no incluía especies invasoras como la Vespa velutina, que ese año comenzaba su expansión en Galicia (en el País Vasco aterrizó en 2010). Hoy en día, la avispa asiática cubrió ya toda la comunidad y es un peligro para la biodiversidad, pero también para la agricultura y la economía.

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