Lalín dijo adiós ayer al empresario Bernardino Seijas Calviño, Nardo Bernabé, con un multitudinario funeral celebrado en el templo de Nosa Señora das Dores de la capital dezana. La familia del difunto fallecido el sábado en su domicilio de Filgueiroa (Donramiro) estuvo acompañada en todo momento por centenares de amigos procedentes de dentro y fuera de Galicia tanto en el tanatorio como en el posterior traslado de los restos mortales del emprendedor dezano a la iglesia parroquial lalinense.

Una vez en el templo, las exequias por el eterno descanso de Nardo Seijas fueron presididas por el sacerdote Andrés Trinquete, expárroco de Vila de Cruces y amigo personal del difunto, que estuvo asistido por una veintena de religiosos durante el oficio funerario. Como ya sucediera en el caso del tanatorio donde fue velado el cadáver, la iglesia de Lalín se quedó pequeña también en la tarde de ayer para albergar a una ingente cantidad de personas participes en el último adiós a Nardo Seijas.

Finalizada la solemne misa de réquiem, su viuda Gloria y sus hijas Patricia, Lucía, Tamara y Ángela, así como los hermanos del difunto, recibieron el último pésame por la muerte del recordado empresario por parte de muchos de los asistentes. Por expreso deseo de todos ellos la inhumación de los restos mortales de Nardo Seijas se produjo en la intimidad familiar en el panteón familiar del cementerio antiguo de la capital dezana.