Los protagonistas e invitados en cualquier presentación pública pueden buscarse con la mirada para captar un primer instante de empatía o romper el hielo hablando del frío que hace en invierno o el calor en período de canícula. Ayer en el consistorio lalinense se presentó al nuevo director de la Banda de Lalín y no se dio ninguna de estas circunstancias porque el protagonista era un dezano más que volvía a casa después de 18 años.

El holandés Marcel Van Bree asume de nuevo la batuta de una agrupación a la que llegó en 1991 y que transformó para imprimirle una personalidad que coincidió con su época histórica más brillante. Pese a que dejó Lalín para emprender cometidos profesionales fuera de la capital dezana, Marcel, como es conocido entre la sociedad lalinense nunca se llegó a ir de todo y estuvo presente en grabaciones de discos o acompañando a la banda en certámenes internacionales.

Ayer el alcalde y la edil Paz Pérez le daban la bienvenida de nuevo a su casa [Crespo le recordó que ser comendador del Cocido es un honor reservado a quien se lo merezca y él ostenta este mérito] y lo recibió con la frase “eres uno más de nosotros”. Pero además de Van Bree también se hizo pública otra renovación: la de Antonio Batán como nuevo presidente de la banda en sustitución de Alejandro Piñeiro.

El alcalde quiso mostrar su apoyo a ambos y recordó que el apoyo a las bandas de música por parte de su grupo de gobierno es incuestionable, por eso se duplicaron las aportaciones económicas a estas entidades musicales. “Somos tierra de pintores y de músicos y para nosotros la música es algo más que cultura”, dijo. También tuvo palabras de afecto y reconocimiento a la labor de Piñeiro como presidente de la banda en los últimos ocho años.

El ya expresidente aseguró haber sentido en todo momento el respaldo del Concello, sobre todo en esta última etapa, y comentó cómo se gestionó la sucesión de David Fiúza una vez que el batuta cruceño anunció que se veía abocado a dejar la banda. “Recuerdo que Crespo nos dijo si pensáramos en alguien y al momento contestamos que tenía que ser Marcel Van Bree; no podía ser otro y no podía venir alguien a hacer experimentos sino que tenía que ser alguien de la casa”, comentó el también músico de la formación bandística local.

Batán, por su parte, aseguró estar muy ilusionado para llevar las riendas de la agrupación y como anécdota comentó que precisamente un día como el de ayer pero 34 años atrás, con 14, se ponía por primera vez el traje de la banda para participar en un pasacalles en las fiestas de Rodeiro. “Tomo este proyecto con mucha ilusión y con un muy buen equipo”.

Músicos noveles

Marcel Van Bree agradeció los elogios que le lanzaron los presentes y dijo que esta segunda etapa en Lalín parte con una gran ilusión pero comienza ya con un trabajo y un recorrido de la banda durante estos años que es de gran provecho. Aseguró que existe una generación de intérpretes noveles que garantiza el futuro de la banda, sin olvidarse de los más veteranos que aportan experiencia y conocimiento.