Los socialistas lalinenses repasaron ayer el último año de la actividad política su portavoz, Román Santalla, fue muy crítico con la labor del equipo de José Crespo. Al alcalde dirigió la práctica totalidad de sus acusaciones y, en esencia, calificó los pasados doce meses como “un año perdido más del actual mandato” de un grupo liderado por alguien “que lleva más de treinta años en política, toda la vida, pero que cada vez gestiona peor”.

Para Santalla, el modelo de Crespo Iglesias no tiene sentido pues se sustenta en una megalomanía y “macroproyectos” u “obras faraónicas” que se aleja de la realidad de las necesidades de los vecinos. “Tuvo muchas oportunidades de hacer una buena gestión y avanzar en la solución de deficiencias pero optó por confrontar al urbano y al rural. Echó en cara al mandatario que poco después de tomar posesión asegurase que en un período de seis meses “podría al Concello a andar”, pero después llegaron otros seis más y así hasta la fecha sin haber sido capaz no solo de cumplir su palabra sino, asegura Santalla, incluso ha generado problemas graves que es incapaz de desbloquear. Calificó de “desbarajuste” la gestión política y administrativa del gobierno y centró su mensaje en lo que asegura acontece en áreas como contratación, personal o el elevado número de asesores de un ejecutivo que sí sobresale por sus salarios. Recriminó que en tres años no fuese capaz de sacar a concurso el servicio del agua, las infraestructuras pendientes en el CEIP Xesús Golmar, no haber construido un solo saneamiento en el rural o mantener aparcada la humanización de la Avenida Xosé Cuíña. “Es un gobierno muy caro y sus sueldos duplican a los de otros concellos del mismo tamaño”, remarcó.

Acompañado de Alba Forno, María Iglesias Cobas y del también futuro edil del gobierno Mario López, el portavoz socialista volvió a retomar su discurso sobre la incapacidad gestora del alcalde. Y lo hizo con un ejemplo: a diferencia del cuatripartito, sometido al cumplimiento de las reglas fiscales, ahora el ejecutivo local está liberado para poder invertir remanentes o superávit presupuestario “gracias a la decisión del Gobierno central socialista”. En relación a los ahorros, indicó que el cuatripartito había dejado en caja seis millones “que Crespo fue incapaz de gastar pese a las necesidades que hay en el municipio”.

Por otro lado, calculó en cuatro millones la cantidad movilizada mediante contratos a dedo –mencionó facturas reparadas, expedientes de crédito o decretos– mientras durante el pasado mandato el PP “ponía el grito en el cielo” por reparos de 20.000 euros. “No nos huele bien en términos de legalidad y aquí se impone el dedazo de Crespo, algo que resta competitividad a las empresas” que optan a servicios municipales.

Para los socialistas es una lástima que el ejecutivo en cierta medida borrase de un plumazo el modelo de villa del cuatripartito pensado para las personas con conexiones periurbanas mediante sendas peatonales. Compara este diseño con “el de meter los coches al centro”. En este sentido mencionó las palabras del alcalde sobre su propuesta de dinamizar el turismo con el respaldo de oficinas del sector. “Le enseñará a la gente los coches por el centro del pueblo”.

Autopista

Sobre las prohibitivas tarifas de la AP-53, el portavoz socialista aseguró que es preciso incidir en este sentido para lograr el objetivo de abaratar el peaje, pero recordó que esta infraestructura se construyó siendo Crespo alcalde y gobernando el PP y ni el regidor ni su partido nunca hicieron nada al respecto. Y apuntó que precisamente ue entonces cuando se decidió que en Lalín no hubiese cabinas y el desplazamiento hubiese que pagarlo hasta Dozón. Para rematar pidió transparencia en las solicitudes de licencia de los parques eólicos Pico Seco y Valdepereira, lamentó que la ampliación de Lalín 2000 no vaya a llegar en este mandato y mostró su preocupación ante una posible pérdida de categoría si se baja de 20.000 habitantes.