Un decreto de la Alcaldía confirma que la edil de Comercio, Karen Fernández Lamela, tenía “autorización de palabra de la concejala delegada de área” para usar las dependencias del Pazo de Liñares para mostrar trajes de su tienda de ropa. El decreto indica que no hay una solicitud expresa realizada a través del registro, “ya que igual que ocurre con otros titulares de negocios de Lalín y particulares, se permite la captación de imágenes en dicho espacio sin que medie solicitud y autorización expresa por escrito, quedando registrada la actuación de la empresa que realizó el reportaje en el registro de visitas al Pazo”.

Para el PSOE de Lalín, la justificación que da el alcalde “no deja de ser una tomadura de pelo, porque afirma que el permiso se dio de palabra e indica que es extensible a todas las empresas”. Si esto fuese así, puede entenderse que cualquier empresa privada “puede acceder a las instalaciones públicas municipales en su horario de apertura, para utilizarlas en beneficio y promoción propia, aportando una supuesta autorización de palabra”.

Tasas para las bodas

Para el PSOE, esta justificación “es ridícula y trata de ocultar que fue un claro abuso de la función pública por parte de la concejala”. Los socialistas van más allá y se preguntan qué ocurría si se produjesen daños en el mobiliario o en la casona durante el rodaje de un spot en Liñares. El partido recuerda, además, que existen tasas para casarse en este pazo, así como para utilizar instalaciones deportivas, “y siempre hay que solicitar por escrito el uso de auditorios, de los centros sociales o del aula de la UNED”, por citar algunos edificio públicos del municipio.

Por último, el PSOE adelanta que no descarta solicitar informe del secretario sobre esta cuestión, para comprobar si le da la razón a la justificación del alcalde. Contempla, también, la posibilidad de pedir el registro de visitantes a Liñares para comprobar si, efectivamente, quedó apuntada Karen Lamela.