Después de estar cerradas el verano pasado por mor del COVID-19, el gobierno agoladés decidió abrir este año las piscinas municipales, siguiendo todas las medidas sanitarias frente a la pandemia. El concejal de Obras, Pedro García Casares, acudió el martes a las instalaciones municipales para supervisar su estado y organizar las tareas de mantenimiento y limpieza. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que faltaban al menos tres bombas de las depuradoras.

Al comenzar a elaborar un informe para comprobar si faltaba algo más, el Concello detectó que también se habían sustraído tres dosificadores y medidores de cloro. El valor del material robado “puede situarse entre los 15.000 y los 20.000 euros”, según los cálculos efectuados por el mencionado edil y el teniente de alcalde, Óscar Val García, que visitaron ayer las depuradoras. El Concello presentará denuncia y, de hecho, agentes de la Guardia Civil se desplazaron el mismo martes a la localidad para realizar los informes pertinentes.

Una de las cancillas que da acceso al campo de fútbol de Agolada estaba abierta, por lo que se cree que los ladrones accedieron por allí. Tal como dejaron los cables con cinta aislante, desde el ayuntamiento creen que “son profesionales” y que el robo es “reciente”.

El gobierno lamenta este saqueo y considera que es “un nuevo sabotaje para que, en este caso, no se puedan abrir estas instalaciones”. Recuerda que el polígono sufrió un asalto nocturno en noviembre, que terminó con el vertido de unos 200 litros de líquido asfáltico almacenado en un camión municipal. “Es un daño que no solo nos afecta al equipo de gobierno, sino a todo el pueblo de Agolada”, subraya el alcalde, Luis Calvo Miguélez. A pesar de este contratiempo, el Concello intentará abrir las piscinas a principios de julio, como estaba previsto.