El BNG de Silleda valoró en el día de ayer la inauguración de las obras de la polémica rehabilitación del Castro de Toiriz. La formación representada en el consistorio por Tania Cornado aprovechó tanto para realizar una cronología de los acontecimientos como para valorar la intervención que el regidor, Manuel Cuiña, ofreció anteayer en el acto donde estuvo acompañado por la presidenta de la Diputación provincial, Carmela Silva. “Nos parece grave que el alcalde diga públicamente que hubo muchas presiones a propietarios de fincas cedidas porque eso pone en el punto de mira a muchas personas. No creemos que hubiese ningún tipo de presión a nadie, simplemente es una incontinencia verbal muy propia del alcalde últimamente”, sentencia la organización nacionalista.

Sobre el proyecto de musealización asegura que ya preveía que se redujese “a poner un parque encima de un castro”, pero ahora descubren otra función “que es la de mirador”. En este sentido ironiza con la imposibilidad de que “lo que hay debajo; nuestra historia, patrimonio y nuestra cultura es secundario, como secundario es la lengua propia del país, que también se esconde poniéndola en la parte trasera de los paneles informativos”. Lo que para el BNG no es secundario es que el terreno restante de la fortificación continúe sin limpiarse. “Invitamos al alcalde a que negocie con el resto de los propietarios para limpiar la totalidad del castro; eso es ponerlo en valor”.

Alude a la recogida de firmas contra el proyecto o la posición de expertos que no hicieron variar la hoja de ruta de las administraciones. Y se pregunta qué pasó con los restos que semejaban ser de la época castreña que habrían aparecido durante las obras, en las que también se tocó a los muros de la fortificación de Toiriz.