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alejandro fernández mosquera | Guía turístico

“Hay que estar enamorado del patrimonio para trasladar toda esa pasión a la gente”

“Para mi participar en Trasdeza pinta o Camiño supone volver a sentirme útil en el sector”

Alejandro Fernández (izda.) bromea junto a un amigo durante la jornada de “Trasdeza pinta o Camiño” del sábado.

Silleda albergó el sábado una de las jornadas centrales del programa Trasdeza pinta o Camiño para poner en valor la ruta jacobea a su paso por el municipio. Media docena de artistas locales inmortalizaron emplazamientos, monumentos y paisajes elegidos por los alumnos de los cuatro centros educativos del municipio. Junto a ellos, el guía turístico de Laro, Alejandro Fernández Mosquera, acompañó a los participantes ofreciéndoles información complementaria.

–¿Es difícil poder trabajar como guía turístico en la actualidad?

–Yo estudié el Grado en Turismo y, después, el Máster de Planificación y Gestión de Destinos y Productos Turísticos. Empecé a trabajar en 2013 y también estuve una temporada en Inglaterra. Cuando volví seguí formándome pero hay que tener en cuenta de que es un sector muy inestable. Además, en ciertas cosas hay mucho intrusismo porque en muchos casos compites con los que sólo tienen un ciclo superior. Llega un momento en que te planteas por qué estudiaste porque la realidad es totalmente distinta a lo que te dicen cuando estudias. Aquí, en Galicia, en general, es un trabajo algo más estacional todavía que en otras partes incluso.

–¿Le gusta que le llamen guía turístico o prefiere otra definición?

–Es que son cosas distintas. Yo también soy guía de Turismo pero ahora mismo los graduados desde 2016 acceden a la habilitación directa de guía de Turismo. Antes, había que hacer un examen y todo, pero los que hicimos el Grado, como los de Historia, ya teníamos la habilitación de manera directa.

–¿Cómo resultó la jornada al aire libre de “Trasdeza pinta o Camiño” del domingo en Silleda?

–Muy bien. Sobre todo, en mi caso, fue poder volver a tomar contacto con el sector porque llevaba un año sin hacer nada parecido. Me reencontré con gente del sector y para mi fue como volverme a sentir un poco útil dentro del Turismo. En mi caso, tuve que cambiar radicalmente de sector para trabajar. Además, fue en mi tierra. Fue todo un gusto que me llamara Nerea, con la que tengo contacto, porque cuando lo hizo acepté a la primera. La verdad es que estoy encantado porque incluso me sirvió para estar en sitios que no conocía. Muchas veces conoces sitios que están más lejos, pero el que tienes al lado de casa a veces no sabes ni que existe.

–¿Qué fue lo que más le agradó del programa llevado a cabo?

–Sin duda, la combinación del arte con la actividad física de poder caminar y disfrutar de la pintura en directo. Después, ver que hay gente que iba en el grupo que nunca antes hicieran el Camino y poder contarle cosas que para ti cuando las descubriste también fueron sorprendentes. Trasladar esos conocimientos que fuiste adquiriendo a unas personas que marcharon encantados fue algo muy especial. Y, sobre todo, fueron grupos reducidos y heterogéneos –había personas desde 30 a 62 años– con los que acabamos haciendo migas y terminamos organizando una comida para seguir conociéndonos.

–¿Cómo lleva lo de tener que seguir estudiando para no quedarse atrás en la profesión de guía?

–Dentro de Turismo pienso que hay dos vertientes. Por un lado, están los que estudian la carrera muy enfocada a la dirección hotelera y, después, en Patrimonio es prácticamente una asignatura y poco más. Entonces, hay mucha gente que sale muy preparada en cuanto a lo que es dirección de empresas pero en cuanto al trato con el cliente o saber liderar un grupo es algo que va en función de cada uno. Lo interesante es estar formándote durante tu tiempo libre y poder aportar tu grano de arena a este trabajo.

–Además de en su propia tierra silledense, ¿dónde le gustaría llegar a trabajar si le dieran a escoger?

–El trabajo de guía me gusta mucho pero considero que hay que ser muy entusiasta y estar muy enamorado del patrimonio para poder trasladar toda esa pasión a las personas con las que trabajas. Yo creo que dentro de mis conocimientos sí que lo hago pero también considero que hay gente muchísima mejor que realmente son guías de verdad y que lo viven de una forma increíble. El trabajo me gusta mucho, desde luego, pero no me considero ni mucho menos de los mejores profesionales que hay. De todas formas, sí que me gustaría dedicarme a la formación y trasladarle a los alumnos la auténtica realidad.

–¿Qué quiere decir?

–Por mi experiencia universitaria, muy pocos profesores venían del mundo real y laboral de este sector turístico. Recuerdo que todo era muy teórico porque nos decían que teníamos acceso a trabajar en esto o aquello, pero llegas la vida real y compruebas que no tiene nada que ver con la teoría. Por eso digo que me gustaría ofrecerle una visión de futuro a los estudiantes de Turismo, de lo que les espera, pero desde la propia experiencia para encauzarlos en su vida laboral.

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