El anciano de 87 años que falleció el sábado en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) procedente de la residencia de Coviastec en Silleda había sido diagnosticado por coronavirus, según confirmaron hoy desde el Servizo Galego de Saúde a esta Redacción. La directora del centro, Paula Guzmán, insiste en que "este señor no tenía COVID" y que murió "por otra patología". El Sergas reconoce que el hombre tenía otras enfermedades previas, como refleja en su parte oficial, pero insiste en que "era positivo en COVID-19".

Es la primera víctima relacionada con la pandemia en este geriátrico y se suma a las dos registradas en el Fogar de San Miguel, en la parroquia de Ponte, en el otoño del año pasado. Natural de Ponteareas, "llevaba dos años con nosotros, estaba vacunado y nunca dio positivo. Únicamente que se contagiase en el hospital”, alega Guzmán. Según su explicación, el octogenario ingresó por una insuficiencia cardíaca severa el pasado jueves y pereció dos días después. Actualmente hay otros tres usuarios de la residencia hospitalizados, incluída una mujer infectada por coronavirus.

El óbito deja en 50 los casos activos de SARS-CoV-2 en el geriátrico de Coviastec, a tenor del parte remitido hoy por el Sergas: 45 usuarios y 5 empleados. Cabe reseñar que la comunidad está formada por 59 internos y 31 trabajadores. No obstante, Guzmán precisó ya el domingo a esta Redacción que la mayor parte de los infectados ya recibieron el alta médica a finales de la pasada semana, de modo que la cifra de contagios activos quedaría en 22 (17 mayores y 5 trabajadores). Todos ellos son asintomáticos y su estado de salud es bueno, según el propio centro. La práctica totalidad ya había sido vacunada, con la excepción de ocho residentes y una trabajadora, que no recibieron una o las dos dosis por diversos motivos.

El miércoles habrá test PCR para mayores que siguen infectados o los que superaron la patología.