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A Estrada, vallas donde vayas

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A Estrada, vallas donde vayas BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Si un visitante se diese un paseo por el casco urbano de A Estrada tardaría poco en detectar un elemento que en los últimos meses ha ido ganando terreno en las calles estradense, las vallas. Para los vecinos, sin embargo, la convivencia diaria con ellas parece haber generado un efecto de mimetización con el mobiliario urbano, hasta el punto de pasar cada día por delante de muchos de estos elementos sin percatarse.

Las vallas han llegado a A Estrada. Muchas de ellas lo han hecho con motivo, como una solución temporal que en algunos casos se ha convertido en semipermanente. En otros casos no tienen una función durante la mayor parte de los días, pero siguen ahí a la espera de ese momento concreto en el que se vuelven a convertir en útiles. En otros, sin embargo, aparece un poco de desidia a la hora de retirarlas una vez terminaron con su función. Entre unas y otras, A Estrada se ha ido convirtiendo en una especie de zona de obras, en la que no hay ninguna obra.

El centro de la localidad es el lugar en donde más vallas se concentran en estos momentos. Desde la Farola hasta la Porta do Sol, la principal vía comercial de la villa, incluyendo la plaza del Concello, los jardines y la Praza da Feira, se pueden encontrar un gran número de estos elementos. Muchos llegaron hace ya meses, como forma para limitar el tránsito de coches en esta zona. En algunos casos se ha aprovechado para colocar carteles de límite de velocidad o de prohibido el paso, otras para acordonar zonas y otras simplemente han quedado olvidadas en plazas o aceras. Calvo Sotelo, plaza del Concello, feria... son varios los casos.

Fuera de la calle principal también aparecen un gran número de vallas. En algunos casos, sirven para acordonar viviendas en mal estado o para que los peatones no pasen por debajo de fachadas en las que se han registrado desprendimientos, como ocurrió en los últimos días la Avenida de Santiago. La zona de A Baiuca, con el nuevo centro médico, también es un punto en el que se concentran un gran número de vallas para regular el tráfico y el aparcamiento.

Destacan por su imagen de abandonadas algunas señales aparcadas en las aceras en puntos clave y que nadie recoge a pesar de llevar mucho tiempo en el lugar. Muchas de estas vallas se utilizan para cortar el paso en momentos puntuales, como puede ser las ferias de miércoles o sábado. Para no tener que andar recogiéndolas tras cada feria, simplemente se dejan a un lado a la espera de la semana que viene.

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