Desde que Filomena se fue con su manto blanco, las lluvias no han dado tregua a los vecinos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. Muchos encuentran consuelo en que el mal tiempo ayuda al autoconfinamiento que recomienda la situación epidemiológica. Para otros, en cambio, llegar al trabajo o al colegio con los pies mojados y echo una sopa no invita a buscar el lado bueno a los días grises.

El río Ulla, junto al puente medieval de Pontevea.

Los ríos están que se salen. El Deza y el Ulla, entre otros de los cauces que riegan los municipios de las comarcas, han bebido estos días de las intensas precipitaciones, hasta el punto de desdibujar por completo sus límites y comer terreno a los campos. Para muestra, las estampas de las crecidas del Deza en Vilatuxe (Lalín), en el área recreativa conocida como Pozo do Boi. Las aguas invaden estos días la calzada, esconden el puente de la zona y se llevaron por delante las señales de este entorno de ocio y esparcimiento. La crecida del cauce hace que las escaleras de acceso a las piscinas naturales queden completamente entre las aguas.

También el río Ulla deja estampas de inundaciones y desbordamientos. Junto al puente medieval de Pontevea, que sirve de enlace entre los municipios de A Estrada y Teo, las crecidas del cauce se hacen evidentes en el entorno de la playa fluvial de Couso, la recuperada Praíña. La crecida del cauce se aprecia, incluso, con el nivel de las aguas en relación al puente nuevo, al que ya comienzan a aproximarse.

Los ríos están que se salen

En zonas tan emblemáticas del discurrir del Ulla por tierras de A Estrada como O Areal, en la parroquia estradense de Berres, las aguas se mantienen todavía en unos niveles moderados, sin que las riadas causen todavía el impacto de crecidas como las registradas a finales de 2019.

Decir que llueve mucho es algo obvio. Sin embargo, los datos que facilita Meteogalicia a través de las mediciones de sus estaciones permiten comprobar lo que ha caído en pocas horas. En una semana, en la zona de Lalín han caído 41,8 litros por metro cuadrado, llegando las precipitaciones máximas diarias a los 39,3 litros por metro cuadrado, en concreto en la lluviosa jornada del martes. La intensidad de las precipitaciones fue todavía mayor en A Estrada, donde se registraron en la última semana 104 litros por metro cuadrado, con el martes como día más lluvioso. Cayeron nada menos que 94,8 litros por metro cuadrado.

En cuanto a los ríos, el Deza alcanzó ayer un nivel máximo de 3,6 metros y un caudal de 124,3 metros cúbicos por segundo. El Ulla, llegó a los 4,8 metros de nivel máximo y sus aguas a un caudal máximo de 266 metros cúbicos por segundo.