Tal y como había anunciado el gobierno lalinense, desde ayer mismo permanecen cerradas tanto instalaciones deportivas como espacios museísticos, auditorios y centros sociales de las parroquias. Solo se mantiene el entrenamiento de los equipos federados, la enseñanza reglada del Conservatorio y el servicio de préstamo de la biblioteca municipal.
El cierre de los auditorios frena la ya contenida actividad de las bandas de música. La de Lalín, que en agosto se había trasladado al local social de Goiás para cumplir con todas las distancias de seguridad, había regresado en otoño al auditorio del casco urbano. El presidente de la entidad, Alejandro Piñeiro, explica que ya en las últimas semanas se estaba ensayando en grupos de cinco, seis o diez músicos, con motivo del ciclo de invierno Da capo. Este ciclo había comenzado el pasado 26 de diciembre y tenía previsto rematar el 6 de febrero, jornada anterior al Día del Cocido. Este recital quedó suspendido por la situación sanitaria del municipio. La formación que dirige David Fiuza no descarta “realizar conciertos para retransmitir por internet, aunque artísticamente no aporten demasiado”, añade Piñeiro. Para seguir en contacto con sus músicos y con sus seguidores, la Banda de Lalín sí va a colgar en sus redes sociales los cuatro recitales que llegó a ofrecer con Da capo.
Retransmisión virtual
Precisamente, la Banda de Vilatuxe estaba ensayando un concierto cuya retransmisión estaba prevista para el mes de marzo. El presidente, José Rodríguez, puntualiza que se decidieron por este recital “porque ya que no había fiestas programadas, teníamos que ensayar por una meta, un objetivo. Con este cierre, se corta toda la actividad”.
La escuela de la banda de Vilatuxe sí podrá continuar, aunque también echando mano de las nuevas tecnologías. La formación cuenta con unos 60 alumnos y alumnas. “Desde hace meses, nos adaptamos a la nueva normalidad planificando grupos más pequeños para guardar mejor la distancia de seguridad, usando siempre la mascarilla y respetando todos los protocolos”. Ahora las clases continuarán a través de internet o con videollamadas, tanto las colectivas como las individuales.
Las entidades que usan los locales sociales de las parroquias recibieron ayer una circular del Concello en las que se les informa de este cierre como medida preventiva contra el avance del COVID. Lalín tiene 57 casos activos, tras ganar 3 en un día, y la comisión local decidió estos cierres para contener contagios y así evitar restricciones mayores por parte de la Xunta. En el local social de Moneixas, por ejemplo, el grupo Os Dezas imparte desde hace meses clases de gaita, canto, baile tradicional y percusión. Ahora mismo contaba con una treintena de alumnos de distintas edades y niveles, que acudían a clases los domingos por las tardes, inicialmente en grupos de 10 y posteriormente de 5, para adaptarse a las nuevas medidas sanitarias. Hasta nuevo aviso, las clases quedan suspendidas.
“Hasta nuevo aviso” era el límite temporal que rezan carteles como el que ayer lucía el Museo Ramón Aller, alertando de su cierre por cuestiones sanitarias. En la misma situación se encuentra el Pazo de Liñares y, ya en instalaciones deportivas, el pabellón, el campo de fútbol y el multiusos Lalín Arena. El edil de Deporte, Avelino Souto, calcula que la suspensión de actividad en el multiusos afectará a medio millar de personas, que solían acudir a diario o con cierta frecuencia para sesiones el gimnasio o la piscina. A estas 500 personas hay que sumar otras tantas que son socios activos pero que no pagan la cuota desde marzo porque desde ese mes no se imparten cursos.
Souto es consciente de hasta qué punto está influyendo el COVID en instalaciones deportivas, ya que el Arena antes de la pandemia rozaba con comodidad los 2.000 usuarios. Es una tónica que se da en otras localidades. “El de A Coruña ha pasado de 6.000 a 2.200”, añade. En el caso del multiusos lalinense, el descenso de usuarios se dio sobre todo entre las personas de más edad que acudían a clases de Aquagym y que por precaución han decidido suspender su asistencia para evitar riesgos. “La situación es muy complicada para los gimnasios, sobre todo para los privados”. Añade que varios complejos deportivos municipales han optado, como hizo Lalín, por cerrar también sus piscinas, dado que las normativas sanitarias impiden usar los vestuarios para cambiarse antes y después de las sesiones.
Intento de estafa a un mayor de Riobó en relación con la vacuna
La presidenta de la Asociación de Consumidores e Mulleres da Estrada y responsable de la Oficina de Consumo en A Estrada, Kim Llobet, dio ayer la voz de alarma de un intento de estafa a un septuagenario de Portecelo, en la parroquia estradense de Riobó, al que al filo de las 13.00 horas de ayer habrían abordado en su casa un varón y una mujer que viajaban a bordo de una furgoneta blanca y que le habrían pedido datos personales –como nombre, número de DNI o número de teléfono– asegurando ser miembros de la plantilla del centro de salud de A Estrada para hacer la reserva de la vacuna, asegurándole que, para ello, necesitaban que realizase el pago de 80 euros. Fue entonces cuando este vecino se percató de que era un intento de estafa y pidió a los visitantes que se fuesen. Al final, logró deshacerse de ellos y alertó a la Asociación de Mulleres Rurais A Torre da Barreira y a la Asociación de Veciños de Riobó para explicarles lo ocurrido. Según su presidenta, Raquel Sesar, ambos colectivos difundieron la alerta por sus grupos de WhatsApp y pusieron lo ocurrido en conocimiento de la Policía Local y de la Guardia Civil, que prometió investigar lo ocurrido. Llobet y Sesar destacaron que parecía que los presuntos estafadores conocían bien la zona porque solo se dirigieron a la casa de este mayor, el único del lugar que vive solo. Y, dado que se temen que vuelvan a actuar, alertan de que se trata de una estafa.
