Uno de cada cinco test de drogas practicados durante el año pasado por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico en las comarcas arrojaron un resultado positivo, o lo que es lo mismo, 99 de los 458 conductores que pasaron estos controles fueron sancionados por llevar su coche bajo los efectos de sustancias prohibidas. Son los registros que maneja la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, facilitados por el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil para Deza y Tabeirós-Montes. De este balance se deduce que todos los meses los agentes sorprendieron a alguna persona que conducía drogado, aunque enero, con un total de 22 positivos, fue el mes con una mayor incidencia, mientras que en abril solo consta uno.
A diferencia de lo que pueda parecer, el período por excelencia del verano no fueron los de mayor volumen de positivos por drogas y solo junio se cuela como el se cuela como el segundo mes del año con más casos al aglutinar un total de 17 de los 99 test positivos. En julio fueron una decena, dos en agosto y otros tantos en septiembre.
En el período estival, además de crecer considerablemente el volumen de desplazamientos por las carreteras, también suele aumentar el volumen de controles en torno a fiestas y todo tipo de celebraciones que implican un elevado índice de concentración de personas. En febrero se contabilizaron ocho positivos en los test de drogas, tres en marzo, cinco en mayo, siete en octubre y 11 en noviembre. El mes pasado, con los datos provisionales, se cerró con el mismo número de positivos que cuatro semanas antes.
Los controles para detectar a personas que conducen bajo los efectos del alcohol son más numerosos, pero su incidencia en positivos es mucho menor. Así las cosas, durante 2020 los efectivos de Tráfico realizaron un total de 33.182 test y en 417 casos se constató que se superaban los límites de consumo permitidos en casa caso para levar un vehículo. Conviene recordar que la tasa máxima no común para todos los conductores y si, por ejemplo, es 0,25 miligramos por litro en aire espirado como norma general, este volumen se rebaja en el caso de los profesionales del transporte. El pasado diciembre fue el mes en el que se produjeron más positivos en las vías de las comarcas, con un total de 60; un volumen muy parejo a los habidos en febrero y octubre, cuando Tráfico incoó 58 expedientes de denuncia por alcoholemia en cada caso. En enero se contabilizaron 35, una veintena en marzo y solo uno en abril. Cabe destacar que este dato es atribuible, como en el caso de las pruebas de drogas, a las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia sanitaria. En mayo fueron 14, junio (39), julio (24), agosto (42), septiembre (34 y 34 en noviembre.
Alcohol, drogas, adelantamientos prohibidos, ir sin cinturón de seguridad o usar el móvil fueron los motivos principales de las algo más de 1.700 sanciones que conllevaron la detracción de puntos.
La N-640 sobresale como la vía más peligrosa
Cien accidentes más que días tiene el año se contabilizaron durante 2020 en los nueve municipios de las comarcas. La N-640 destaca como la carretera más peligrosa de las estatales que atraviesan nuestro territorio pues en la vía que transcurre por Agolada, Lalín, Silleda, A Estrada y Cuntis se produjeron 66 de los 465 siniestros antes mencionados. Llama la atención que esta carretera encabece el ranking entre las comarcales con mayor índice de siniestralidad cuando soporta un volumen de tráfico mucho menor que, por ejemplo, la N-525, En esta vía se produjeron 48 accidentes, es decir, casi una veintena menos. Otros 17 corresponden a la N-541, que atraviesa los municipios de Terra de Montes de Cerdedo y Forcarei y que enlaza con Lalín y Silleda a través de la Serra do Candán. Las carreteras de la red autonómica concentran casi el 65% del total de incidencias, con 164 casos, por 81 de las que son propiedad de la Diputación provincial y, las restantes 49, corresponden a viales municipales. En lo que atañe a las infraestructuras de alta capacidad hay que subrayar que en la AP-53 hubo 33 siniestros y siete en la autovía Dozón-Ourense.
Accidentes con fauna
La presencia de animales sueltos en la calzada es una de las razones que motivan cada año un importante volumen de trabajo de los servicios de emergencias como las agrupaciones de Protección Civil. Durante el pasado curso fueron exactamente 239 los accidentes provocados por animales y de nuevo la N-640 aparece como la vía más conflictiva de las comarcas al sumar 37 casos. Otros 22 se registraron en la N-525, ocho en la N-541, una docena en la autopista que comunica Santiago de Compostela con la comarca dezana y tres en la autovía que arranca en Dozón y enlaza con la capital de la provincia de Ourense.
Seis víctimas mortales y más de 90 heridos
Seis personas perdieron la vida en accidentes de circulación en las carreteras de las comarcas durante el año pasado. Las vías de la red autonómica fueron que concentraron un mayor índice de siniestros con un fatal resultado para las víctimas pues en las carreteras titularidad de la Xunta se produjeron tres de ellos y otro en una de la red municipal. Las nacionales 650 y 541 se cobraron un fallecimiento en cada caso. Este balance de muertos en las distintas vías de comunicación de la zona se incluye dentro de los 99 siniestros totales que se saldaron con 6 heridos graves y otros 87 leves. Aquellos que implicaron unos daños más severos para las personas implicadas en los mismos, como en el caso de los accidentes mortales, sobresale la red viaria autonómica, con tres casos, y dos en las locales. Los siniestros con heridos leves se localizaron en las siguientes vías: N-525 (una decena), N-640 (ocho), N-541 (uno), AP-53 (cuatro) y uno en la autovía Dozón-Ourense. Del total de los accidentes con heridos leves 35 fueron en vías autonómicas, 21 las en provinciales y 7 en locales.
