Siempre hay un “más difícil todavía”. La evolución de la pandemia ya dejaba en el aire las fiestas y reuniones familiares de Navidad, y desaconsejaba cualquier acto multitudinario como la Feira do Cocido, aunque queden tres meses largos para la fecha. Pero con la más que probable aprobación del estado de alarma hasta el 9 de mayo, a Lalín, como a todos, no le queda otra que reinventarse.

Crespo indicó que su equipo está trabajando en un plan alternativo de Navidad y otro para el Cocido. En las fiestas navideñas es necesario diseñar Cabalgatas de Reyes que no supongan una concentración de personas. Una idea sería que cada uno de los tres Reyes estuviese en un sitio y los niños desfilasen ante ellos. Algo similar a lo que suele hacerse en varias latitudes con Papa Noel.

En cuanto al Cocido, Crespo se muestra partidario de tener el pregón, aunque sea en un acto más intimo en el consistorio y emitido por streaming. Habrá que ver qué cómo se diseña la Gala do Cocido y la matanza tradicional. En este segundo caso, podría optarse por un espacio amplio tanto para el público asistente como para las propias personas que echan una mano en cada una de las tareas de la matanza. Y quedan las carrozas del desfile. ¿Qué hacer? Es complicado, si se tiene en cuenta que en varias de estas carrozas, ya no en el desfile, sino en su elaboración, se juntan varias personas, y de ahí el problema a la hora de minimizar riesgos. Podría, también, ubicarse cada carroza en un lugar concreto y diseñar un recorrido del público. Pero Crespo dejó claro que de aquí a esas fechas es imposible saber como estará la situación sanitaria y las restricciones en Lalín. Tiene a 12 personas trabajando en planes alternativos. Por de pronto, esta tarde, a las 17.30 horas, hay una reunión en el vestíbulo del consistorio una reunión con los hosteleros, para pulsar sus propuestas de cara al Cocido.