Las obras de rehabilitación del antiguo complejo termal de los Baños do San Xusto fueron el paraje que eligió el nuevo director de Instituto de Estudos do Territorio, Francisco Barea Paz, para realizar su primera visita institucional. Acompañado por el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, y la arquitecta responsable del proyecto, Cristina García, Barea tuvo oportunidad de realizar un completo recorrido por unas obras de restauración que encaran ya su recta final bajo la pretensión de concluir este año para mantener el cronograma previsto y poner el recinto en funcionamiento en el transcurso de la primera mitad de 2021 con balneario, “pozas” públicas, saunas y zonas de ocio y esparcimiento natural.

Baena y Cubela coincidieron en realizar una valoración muy positiva de la actuación de recuperación y puesta en valor de un espacio de gran valor patrimonial, cultural, histórico y natural radicado a orillas del río Lérez. Y destacaron la “gran calidad” de la rehabilitación acometida en el marco del primer Pacto pola Paisaxe de Galicia. “No es solo una obra histórica para nuestro Concello”, resaltó Cubela, “sino que se trata de un proyecto piloto inmejorable que servirá de ejemplo y moelo para muchos más en nuestra comunidad. También destacó la “importancia estratégica” de este convenio de estreno del instituto dependiente de la Consellería de Medio Ambiente.

Las obras arrancaron en enero y entraron en septiembre en su fase final con el inicio de la construcción de las “pozas” públicas al aire libre, diseñadas a partir de las bañeras preexistentes. Se espera que sean uno de los grandes atractivos de la instalación dado que su uso será libre.

Los trabajos se centran en la rehabilitación de la antigua minicentral para convertirla en un balneario con capacidad para 20 personas en los baños y otras tantas en las zonas d descanso y relax, muy precisas por la fuerza de las aguas sulfurofluoradas, que deben tomarse espaciadamente., También incluyen la recuperación de los molinos y la Casa do Muiñeiro en saunas acristaladas que ejercerán de mirador hacia el río Lérez, la reconstrucción de las antiguas bañeras para ser usadas libremente como “pozas” públicas, la rehabilitación de los edificios anexos y de otros elementos etnográficos y patrimoniales del entorno. Asimismo, se acomete una reordenación integral de todo el ámbito habilitando espacios naturales de ocio, fuentes cubiertas para beber las aguas, sendas, plataformas de madera, urbanización, accesos y acondicionamiento de la vegetación de la zona.