No pudo ser. Después de tachar en el calendario el primer fin de semana del mes de julio sin poder celebrar la Rapa das Bestas a consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19, una asamblea vecinal sometió en la tarde de ayer a votación la posibilidad de que la parroquia cumpliese con esta tradición los días 15 y 16 de agosto. Sin embargo, por una amplia mayoría de los más de cien vecinos que respaldaron esta convocatoria, se decidió la suspensión definitiva de la Rapa de 2020 por razones de seguridad sanitaria. Lo que la Guerra Civil no pudo hacer, el Covid-19 lo consiguió.

Al término de la reunión, que finalmente se celebró en la Carballeira do Campo do Medio y no en el curro, habida cuenta de las altas temperaturas de la jornada estival, el presidente de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo, Paulo Vicente Monteaguado, trasladó que la vecindad consideró que es momento de actuar con responsabilidad para preservar la salud de todos los habitantes de Sabucedo "y no hay que correr riesgos innecesarios que puedan hacer que surja un rebrote". "Tomamos una decisión de las más difíciles, y no por la fiesta, sino por el cuidado de las bestas, que para nosotros son la mayor de las prioridades, pero solo por debajo de la salud de la gente", subrayó.

Paulo Vicente, no quiso dejar pasar de largo la oportunidad de agradecer el ejercicio de responsabilidad, participación, democracia y confrontación de ideas distintas de la parroquia. "Demostramos una madurez y un debate enriquecedor y diverso que me hace sentir muy orgulloso de Sabucedo", manifestó el dirigente de colectivo cuyo esfuerzo a lo largo de todo el año preserva esta ancestral tradición.

Durante la asamblea, la directiva expuso a los vecinos las distintas alternativas existentes, que pasaban por acordar la supresión definitiva, la celebración de una Rapa cerrada sin público, estableciéndose para estos dos últimos casos unos adecuados protocolos sanitarios que incluían, como avanzó el propio Paulo Vicente en los últimos días, que los aloitadores se sometiesen en cada una de las dos jornadas propuestas a un PCR para asegurar que podían realizar sin riesgo el trabajo en el monte y el propio curro.

Finalmente, el debate terminó encerrándose en la cancelación del evento o en la celebración con un formato de curros privados. Sin embargo, la mayoría de los participantes coincidieron en ver muy complicado controlar la afluencia a estas actividades y la propia presencia de gente en Sabucedo -dada la proyección y el tirón de su célebre Rapa das Bestas- y garantizar la seguridad sanitaria.

De este modo, tras someterlo a votación -sirvió también para cancelar la Festa do San Lourenzo en agosto-, la junta directiva quiso exponer la necesidad de que todos los vecinos intensifiquen su participación en los trabajos de cuidado de los animales que integran la cabaña de O Santo en el monte, en especial durante los fines de semana, aun cuando determinadas tareas serán ya inviables porque únicamente pueden realizarse en los curros. "Este año va a ser un poco especial y vamos a desplegar más trabajo para ejercer un mayor control sobre las manadas, que no se podrán beneficiar, de la necesaria desparasitación y otras labores que hacemos en los curros, pero creemos que un año pueden aguantarlo, porque ahora la prioridad es la salud de todos", concluyó el presidente de Rapa das Bestas.