La Iglesia Católica conmemoró ayer la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, más conocida como Corpus Christi. En cumplimiento de las medidas sanitarias adoptadas para evitar la propagación del coronavirus, las eucaristías se celebraron con aforo limitado, distancias de seguridad y mascarillas por por parte de los feligreses. Asimismo, y en línea con las directrices manifestadas desde las diócesis, hubo que prescindir de las tradicionales procesiones, por lo que el ritual se ciñó a la exposición y adoración de la Custodia de la Sagrada Forma. Si hay un sacramento asociado al Cuerpo de Cristo es, lógicamente, la comunión. Por eso, ayer hubo algunos niños que comulgaron por primera vez, como en Lalín, que lo hicieron dos. Nada que ver, en todo caso, con lo que sería habitual de no ser por la pandemia.