El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, y su edil de Infraestruturas, Manuel Souto, se reunieron ayer en el salón de plenos del consistorio con miembros de las parroquias de Toiriz, Arnego y Loño. Estas tres zonas demandan la reestructuración parcelaria de sus fincas, por lo que han recogido firmas que se remitirán a la Consellería de Medio Rural, adjuntas a un estudio que realizado la empresa Proyestegal sobre la necesidad de abordar esta reordenación parcelaria.

Manuel Souto explica que la petición cuenta con el respaldo del 90% de los propietarios de las parcelas. En el caso de Toiriz, la recogida de firmas arrancó ya en diciembre de 2017. A grandes rasgos, la mitad de los terrenos de las tres parroquias es de uso agrícola, y muchas de sus fincas colindan con otras, de los mismos dueños, pero en parroquias vecinas en las que ya se acometió la parcelaria, como ocurre con Duxame y Larazo. En casos como Insua-Duxame-Portodemouros, su reordenación parcelaria ha dado grandes avances en los últimos años.

Las bondades de la reestructuración de fincas en un momento en que la PAC tiene en cuenta la base territorial de las explotaciones para conceder sus ayudas fueron abordadas ayer por el representante de Proyestegal, Ramón Martínez. De las 28 parroquias con que cuenta Vila de Cruces en casi la mitad, 13, se acometieron o se están dando pasos en las reestructuraciones parcelarias. Así, los procesos están rematados en nueve parroquias , con 4.417 hectáreas reordenadas. Son las de Añobre, Bascuas, Bodaño, Obra, Camanzo, Gres, Larazo, Sabrexo y San Pedro de Losón. En otras cuatro, las citadas de Insua, Duxame y Portodemouros, además de Brandariz, el proceso afecta a 2.185 hectáreas. Las tres parroquias que ahora quieren sumarse a una concentración aportan 2.047 hectáreas. Souto indica que podría acometerse la misma reordenación para Arnego y Loño, ya que son parroquias vecinas, y otra para Toiriz.

En el encuentro de ayer, así como en el estudio de necesidad de la parcelaria, quedó patente que en aquellas parroquias donde ya se acometió la reestructuración de predios se dan numerosas ventajas, como la reducción de la superficie que queda inculta así como de la extensión de linderos; la agrupación de fincas contiguas y, también, la reducción de desplazamientos de los propietarios para poder atenderlos. Todo esto se debe a que las reordenaciones parcelarias llevan implícitas la mejora de las vías de comunicación y un notable incremento de las pistas de la red viaria.

Al poder producir en fincas más grandes, los costes se rebajan, con lo que aumenta la rentabilidad económica de la explotación. El estudio de Proyestegal también detecta que las parroquias con reordenación parcelaria consiguen contener el abandono de las aldeas a la vez que permiten desarrollar mejor estrategias para la prevención de incendios forestales. Souto apunta que la solicitud tendrá que pasar un proceso de selección, y no descarta que el alcalde entregue el proyecto en mano al propio conselleiro, José González.