La Asociación Aldea Viva comunica que recibió esta semana la resolución del expediente sancionador que dicta la culpabilidad de la empresa Explotaciones Gallegas S.L., propietaria de los terrenos del proyecto minero de Touro, y que le imponen una multa de 30.000 euros por el vertido de aguas residuales con alteración de la calidad de las aguas del afluente del Ulla. Sin embargo, la firma denunciada replica que la resolución no es firme porque no agota la vía administrativa y que presentará un recurso de alzada.

Aldea Viva denunció en diciembre del año pasado esta situación ante Aguas de Galicia e indica que "este organismo concluyó contrariamente a lo que alegaba la minera, que las certidumbres de Aldea Viva coinciden con los informes técnicos de Augas de Galicia" y añade que echa de menos que "no se le impusiera al propietario medidas para evitar nuevos vertidos, a pesar de demostrar los repetidos episodios de contaminación que está provocando esta compañía". Ante esto, Explotaciones Gallegas alega "que el suceso se produjo por el escurrimiento de una ladera, debido a las fuertes lluvias, en la que se había aplicado tecnosoles para la restauración del terreno. No se trata de un vertido intencionado, sino de un accidente causado por unas condiciones climatológicas adversas". Indica que "no pueden tildarse de residuos contaminantes" y que se trata de una sanción leve y que la restauración de la antigua mina con tecnosoles cuenta con las autorizaciones. Además, desmiente que Augas de Galicia haya confirmado las certidumbres de Aldea Viva y que el organismo desmontó las alegaciones de este colectivo.