La regresión demográfica es un fenómeno que ya no solo afecta a la subsistencia de los municipios más pequeños, sino que se trata de un problema del que no escapan las villas medianas o incluso algunas ciudades gallegas. Si dentro de la provincia la tendencia es que cada vez la población se asiente más en las zonas de costa, sobre todo en el sur, en el norte pontevedrés las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes son un claro ejemplo de un problema que la administración está tratando de paliar con procesos de agrupación o fusión de concellos.
Con los últimos datos del padrón de habitantes en la mano, referidos a comienzos de año de 2016, en la última década las comarcas perdieron un total de 7.115 vecinos, que son la población que actualmente suman los territorios de Vila de Cruces y Cerdedo juntos. Deza y Tabeirós pasó, en 2006, de aglutinar a un total de 73.879 vecinos a los 66.764 que constan en el último balance oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE). En primer lugar podemos analizar qué ha ocurrido en esta zona. Curiosamente es Vila de Cruces la localidad que en términos absolutos ha visto como su censo ha mermado más, pues en diez años su padrón de habitantes cayó en 1.209 personas y conserva ahora 5.435 residentes. En el último año son 121 menos. A Estrada, que hace diez años rebasaba los 22.000 empadronados, ha cedido 1.122; 134 de ellos en los últimos doce meses. En una década la reducción se sitúa en el 5,1%. Forcarei, que suma 3.621 ciudadanos, es el tercer ayuntamiento que más empadronados ha cedido en este período; son 884, o lo que es lo mismo, el 19,6% de los que tenía hace una década. Luego está Dozón, donde el descenso de 840 residentes representa más del 43% de los que tenía, quedándose ahora con solo 1.007. Agolada conserva 2.507 residentes tras perder 779 en diez años (23,7% del total) y Rodeiro redujo su padrón en 673 personas; algo más del 20%. Cerdedo tiene en su padrón 1.781 vecinos, 549 menos de los que sumaba en 2006. Lalín y Silleda muestran una gráfica semejante. Si la capital dezana cedió un 3,54% del padrón y los 20.044 residentes son 735 menos de los que tenía diez años atrás, en Trasdeza la disminución poblacional ha sido del 3,58%. Mantiene 8.734 vecinos en su registro municipal, 324 menos.
Por otro lado, y ya atendiendo a la evolución demográfica en la provincia en la última década años, hay que destacar que entre los diez concellos más afectados por la despoblación en términos porcentuales aparecen seis de las comarcas. En este listado aparece Dozón, con una regresión poblacional del 43,1%. Por detrás aparecen las localidades de Arbo y O Covelo, con unas caídas en su padrón del 30 y el 29,8% respectivamente. A continuación están Agolada (23,7) y Cerdedo (23,5) y A Cañiza, que cedió el 22 por ciento de su padrón. Cerca de esta proporción están los ayuntamientos de la zona de Rodeiro y Forcarei, que se vieron afectados con una caída de su censo del 20,3 y el 19,6% respectivamente. Vila de Cruces es el noveno concello de la provincia que más habitantes cedió en este período. En términos absolutos, Pontevedra tiene ahora 1.229 residentes más que los 943.117 del año 2006.
