Ni la lluvia, ni el frío pudieron ayer con la segunda y última jornada de la primera edición del Cocido do Orgullo de Lalín. Centenares de personas se dieron cita desde primera hora de la mañana en la Praza da Igrexa para participar en las diferentes actividades programadas, como la Feira da Diversidade, la Mostra de Artesanía e Gastronomía, los talleres, los juegos familiares y cooperativos, y la presentación del libro Tattoos da Galiza, no caminho da lingua. La sesión vermú estuvo amenizada por el espectáculo de Las Supremas de Lugo, que dieron paso al plato fuerte de la sesión matinal: El pregón a cargo de la actriz y activista socialista Carla Antonelli. Antonelli subió al improvisado escenario en compañía del alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, y los ediles Celia Alonso y Nicolás González Casares. Cuiña dio la bienvenida a la pregonera "al Lalín del siglo XXI" y le agradeció su presencia en el evento pionero.

Carla Antonelli recordó que el de ayer fue su tercer pregón, y equiparó su tierra natal, el municipio tinerfeño de Güimar, con Lalín para señalar la importancia de la visibilidad de la población LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersex) en el rural. Antonelli también tuvo un recuerdo para su compañero Pedro Zerolo diciendo que "allá dónde estés, Pedro, siempre presente". La pregonera señaló que abandonar los pueblos era el peaje "que teníamos que pagar por la libertad de ser y la libertad de sentir" e hizo votos para que "esas historias nunca se vuelvan a reproducir". Antonelli llamó a luchar por "tener los mismos derechos que el resto de la población" y afirmó que "al final, las diferencias no nos tienen que distanciar, las diferencias nos tienen que enriquecer porque juntos somos más, y hacemos más rico y más grande culturalmente a los pueblos". La pregonera del primera Cocido do Orgullo finalizó su disertación indicando a los presentes que "sois un ejemplo para toda Galicia y para toda España" y felicitó a la corporación por "haber hecho posible esta fiesta porque me enorgullece ver estas banderas de colores por todo el pueblo; hoy se han enterado de que aquí tenemos que caber todas y todos", y reconoció que "al final, todos estos caminos que hemos recorrido han servido de algo".

A la conclusión del pregón, la segunda parte de la sesión vermú contó con la presencia de A Banda da Tasca, que preludiaron a los cocidos servidos ayer en los restaurantes acreditados para la ocasión. Las actividades se retomaron a las 16.30 horas con una sesión de zumba solidario en favor de Aranes en la Praza da Igrexa, los dos pases de la obra No es país para coños en el Museo Municipal Ramón Aller, y el broche de oro del evento: El concierto de Festilalin, con el que se cerró el Cocido do Orgullo. Al cierre de esta edición De Vacas tenían previsto telonear el concierto de Ses en el escenario de la Praza da Igrexa de Lalín, que se iba a completar con un DJ y la lectura de varios manifiestos de los grupos LGBTI.