Poder despegar los pies del suelo y elevarse mientras el viento acaricia su cara es uno de los más antiguos anhelos del ser humano. Descubrir su entorno con vista de pájaro y sentirse libre en las alturas. La aviación ha cumplido en gran parte este sueño, pero todavía hay quienes desean vivir más de cerca esta experiencia para ver colmadas sus ansias de vuelo. Para todos ellos Cerdedo es lugar idóneo. Hace una década que la escuela municipal de parapente dio sus primeros pasos en este concello de Terra de Montes, una entidad que ofrece ahora la oportunidad de participar en un bautismo de vuelo en parapente biplaza. Desde la cima del monte Seixo, Cerdedo enseña a volar.

El director de esta escuela, Jurgen Bott, explicó que este particular bautismo está pensado para que la gente pueda descubrir el vuelo en parapente. Se trata de una fórmula perfecta para iniciarse en un deporte fascinante que permite gozar desde las alturas del paisaje de estas tierras. La persona que se inicie en esta práctica estará acompañada en todo momento por un profesor titulado. No volará en solitario, ya que ello exigiría una enseñanza más larga, aprendizaje que también se oferta desde esta escuela cerdedense.

Bott explicó que para asistir a este bautismo de vuelo únicamente es preciso llevar ropa que permita la facilidad y comodidad de movimientos y un calzado adecuado, siendo apropiadas las botas de senderismo, mejor de caña alta. La actividad está pensada para mayores de 18 años, aunque se admitiría la participación de niños a partir de 12 ó 14 años, siempre con consentimiento de sus padres.

Con un coste de 55 euros, estos vuelos en parapente biplaza precisan aproximadamente una hora de preparación para estar en el aire alredor de unos 20 minutos. Estos parapentes vuelan todo el año pero el momento de este bautismo está siempre condicionado por las condiciones meteorológicas. “No todos los días sirven para volar”, apunta Jurgen Bott. Por ello, se recomienda que las personas interesadas se pongan en contacto con la escuela a través del teléfono 609 801 461 o por medio de la página web www.vuelaenparapente.es. Se le tomarán los datos y se le avisará de los días más oportunos para iniciarse en este deporte. “El tren de aterrizaje son nuestros pies”, asegura este experto, queriendo subrayar que vientos y meteorología son factores a tener muy en cuenta cuando que quiere levantar el vuelo.

Este bautismo se lleva a cabo en el Monte Seixo. La zona de despegue está situada debajo de la zona en la que se encuentra instalada la antena y el aterrizaje se realiza junto a la playa fluvial de Cerdedo.

Desde esta escuela de parapente se ofrecen también cursos de acercamiento, iniciación y perfeccionamiento para comenzar, aprender o perfeccionar la técnica de vuelo. El curso de acercamiento introduce al alumno en el mundo deportivo del parapente, con una duración de uno o dos días. El de iniciación es más largo y al finalizar el participante está capacitado para pilotar un parapente. El de perfeccionamiento está orientado a pilotos que ya saben volar y quieren mejorar su seguridad y el rendimiento de su vuelo.

Retomar con más fuerza la actividad de la escuela

Jurgen Bott destacó que tras los primeros pasos de esta escuela municipal de parapente hace una década la entidad ha vivido los últimos dos años con un ritmo más relajado. “Ahora se está retomando con más fuerza”, señaló. Indicó en este sentido que se piensa en arreglar el albergue e intentar que gente de todo el país venga a la comunidad, a Cerdedo en particular, para aprender a volar.

Desde su página en internet esta escuela recuerda que cientos de personas volaron ya con esta entidad. Dicen que cada uno vivió la experiencia de un modo diferente pero que a casi todos les gustó la experiencia. Afirman además que, en contra de lo que mucha gente pueda creer, el parapente no es un deporte de sensaciones fuertes, sino que puede ser muy suave. Una vez inflada la vela, es preciso correr para elevarse. El parapente se va alejando de la ladera y un vuelo tranquilo puede ser una ocasión única para disfrutar desde las alturas de la belleza del paisaje cerdedense. El aterrizaje puede ser igual de tranquilo si se siguen los pasos recomendados para volver a enraizar los pies en la tierra.