Ana Cela / A ESTRADA

A unión fai a forza e somos 90 veciños contra un que non ten razón". Así resumía en la tarde de ayer un vecino de la parroquia de Riobó la polémica suscitada por el entierro de una mujer -oriunda de este enclave del rural estradense y residente en Vigo-, en un panteón cuya titularidad desencadenó un procedimiento judicial que enfrenta a los integrantes de la comisión vecinal creada para la ampliación del camposanto y el yerno de la difunta. Un nutrido grupo de vecinos intentó impedir la inhumación en el nicho habilitado ya por la mañana y que, según subrayaron, pertenece a la parroquia. La presencia de un amplio dispositivo policial a las puertas del cementerio, integrado en algún momento por hasta 8 agentes de la Guardia Civil, garantizó que el entierro pudiese celebrarse finalmente en este espacio y sin altercados.

Los vecinos, que volvieron silenciosa su protesta al paso del féretro, aseguraron que el yerno de la fallecida fue una de las dos personas designadas para supervisar el proceso de ampliación del cementerio. En marzo de 1999 la comisión parroquial creada para este fin resolvió la configuración de unos estatutos para regir el uso de los nuevos nichos, estableciéndose, según indicaron, la condición de que sólo podrían optar a la propiedad de un único panteón los vecinos que tuviesen una vivienda en la parroquia. Además, los lugareños insisten en que se permite la compra de una estructura funeraria por casa en el supuesto de que sus titulares sean ya propietarios de un panteón en la zona antigua del camposanto. "Como era da comisión, este señor fixo dous panteóns para el e vendeu outros dos a uns señores que non teñen casa na parroquia", afirmó uno de los 4 integrantes actuales de la citada comisión. Los vecinos indicaron que ahora esta familia cuenta en el cementerio con 3 panteones (uno de ellos totalmente libre) y que fue en el que supuestamente no le pertenece -y en el que ayer no figuraba ninguna placa-donde se inhumó a esta vecina. "El quería ese panteón e, como non llo demos, meteunos no xulgado", apuntaron, para luego reconocer haber sido citados en 3 ocasiones a un acto de conciliación sin que se personase la parte denunciante.

Un representante de la familia -el abogado empleador de una hija de la fallecida- pidió "que se deje enterrar a esta mujer y se respete la voluntad de la familia", y añadió que, en el caso de que ésta se equivoque y "si ha habido daños morales, que se paguen". El juzgado tendrá que resolver. Los vecinos anunciaron que mantendrán en breve una reunión para debatir este asunto.