El Pontevedra despierta tarde

Nueva derrota del conjunto granate, que volvió a dejar una imagen muy gris y débil hasta que encajó el gol del Celta B - Charles, que fue suplente, estuvo a punto de empatar en el minuto 87 a centro de Álex González

Churre y Masogo se lamentan tras el gol del Celta B en el partido de ayer en Balaídos. // Ricardo Grobas

Churre y Masogo se lamentan tras el gol del Celta B en el partido de ayer en Balaídos. // Ricardo Grobas / C. Prieto

C. Prieto

Al igual que le pasó hace una semana contra el Real Madrid Castilla en Pasarón (1-1), el Pontevedra entró tarde en el derbi de ayer contra el Celta B, ante el que encajó una nueva derrota para seguir sin ganar en lo que va de 2023. Con numerosas bajas sensibles, Toni Otero apostó por la sorpresa en un equipo titular en el que Bakero fue la máxima referencia ofensiva en detrimento de Charles y en el que volvió a dibujar una línea de 5 atrás que fue básicamente defensiva, con Seoane y Araújo prácticamente inéditos en ataque –este último, además, regular en defensa–, pero no salió como el técnico esperaba. La primera parte fue gris, con Cacharrón como figura más destacada con varias intervenciones y con el equipo sin ideas en la creación.

Hubo que esperar a ir a remolque en el marcador para que el entrenador granate reaccionase y apostase por un equipo más alegre, con Álex González como carrilero por la izquierda y Charles como “nueve”. Solo con este movimiento, el Celta B ya dio un paso atrás y el Pontevedra se hizo con el balón y pisó un poco más el campo rival, pero ya era tarde, había prisas y los futbolistas ponían más corazón que cabeza. En un centro del capitán al brasileño a punto estuvo de llegar el empate en el minuto 87, pero faltó un poquito de puntería para salvar al menos un punto de Balaídos.

Y eso que el partido empezó con una ocasión en cada área, con disparos de Miguel y Álex que salieron fuera. A partir de ahí, casi monólogo del Celta B, aunque con los granates ejerciendo una presión alta para dificultar la salida de balón del filial celeste y buscar alguna opción a la contra.

Superado el minuto 20, una gran jugada de Miguel Rodríguez por banda derecha acabó con un centro que Cacharrón evitó que rematasen hasta tres jugadores del Celta B a puerta vacía. Con el conjunto de Claudio Giráldez algo incómodo, el primer tiempo se fue diluyendo, con alguna ocasión aislada, como un remate cruzado de Losada tras superar al portero granate que salió por línea de banda.

El técnico celeste movió el banquillo en el descanso y la entrada de Pablo Durán y Barcia fue un revulsivo para el equipo, que comenzó inquietando a un Cacharrón que se tuvo que emplear a fondo en el primer minuto mandando a córner un disparo raso ajustado al palo.

Pero pronto llegaría el tanto vigués. Corría el minuto 52 cuando en una llegada masiva del Celta B por ambos flancos acabó con un pase interior a Miguel Rodríguez, cuyo disparó rechazó Cacharrón, pero el balón muerto en el área lo aprovechó Javi Rodríguez para marcar prácticamente a puerta vacía ante una defensa estática.

El golpe despertó a Toni Otero, que introdujo los primeros cambios, dando entrada a Charles y Martín Diz. El Celta B dio un pasito atrás, alertado por la sola presencia del brasileño en el césped y protegido por su ventaja en el marcador. Poco después, y ya con un Valen muy activo por banda derecha, llegaría la primera aproximación de peligro, con un centro de este último bastante cerrado que remató Charles pegado al palo, ante un Coke Carrillo que se había confiado en exceso y paró casi in extremis.

Respondió el conjunto vigués llegando por banda izquierda, recortando a Derik y tratando de sorprender a Cacharrón con un disparo al palo corto, pero el meta granate, atento y bien colocado, mandó la pelota a córner.

A un cuarto de hora del final, Álex González lo seguía intentando por la izquierda, yéndose de su marca en velocidad y centrando al primer palo, donde Casáis remataba de tacón sin encontrar portería. Tras un disparo de Martín Diz desde la frontal que se fue rozando el palo, a tres minutos del final llegaba la ocasión más clara para el Pontevedra, en un centro de Álex González que Charles cabeceó solo, algo lejos, y que salió lamiendo el poste derecho de Carrillo.