El Pontevedra paga caros sus errores

No pudo ser para el Pontevedra en Salamanca. El conjunto entrenado por Antonio Fernández sigue sin estrenarse en 2023 y cedió por la mínima ante el Unionistas, con un error grave en defensa que supieron castigar los locales.

Llegó la primera señal de peligro del Unionistas a los tres minutos de partido con una transición que puso en aprietos a la defensa granate. No obstante, Juanpa, que generó bastante juego desde el costado izquierdo, no estuvo atinado en su disparo cruzado. Tuvo que correr el reloj para que el Pontevedra empezase a sentirse cómodo sobre el césped del Reina Sofía, con el equipo de Antonio Fernández activándose a los diez minutos del inicio, trabajando a partir del pase corto y la recuperación desde los medios.

Con los granates ya más verticales, el dominio del balón cambió de color y Unionistas se parapetó, dejando jugar a un Pontevedra que ya olvidaba su desorientación inicial. El bando del Lérez lograba suministrar el balón a las bandas rápidamente, pero las imprecisiones llegaban en esas últimas decisiones previas a la ocasión de gol, con algunos centros pasados sin posibilidad de remate. En ese sentido, el faro del Pontevedra fue Álex González, que partió desde la posición de lateral y desequilibró con desplazamientos largos y cruzados a la defensa rival para encontrar a Calvillo o Abelenda.

Superada la media hora de partido, la igualdad sobre el campo salmantino era manifiesta, con constantes idas y venidas de ambos equipos pero sin ocasiones extremadamente claras que pudieran poner el primer tanto en el marcador.

El descanso, sin embargo, no llegó de forma tranquila para el Pontevedra, que veía como David Soto caía al suelo en un lance y se veía obligado a recibir atención médica por un fuerte golpe en el hombro. Finalmente, pudo continuar sobre el césped.

Las noticias fueron todavía peores para los granates tras el interludio. En lo que prácticamente fue la primera acción de juego, una falta botada por Chapela terminó en un despeje defectuoso de la defensa pontevedresa, aprovechado por Óscar Sanz dentro del área para pillar a contrapié a toda la zaga y anotar el 1-0.

El tanto en contra sirvió para que el Pontevedra volviese a la receta de su fase más dominante, combinando bien el balón e intentando, sin demasiado éxito, llegar al área para buscar a un Charles inmerso en la pugna con los dos centrales rivales. Pero las transiciones del Unionistas volvieron a generar muchísimo peligro, con un servicio de Gorri que desembocó en un disparo cruzado de Juampa despejado en línea de gol por Álex González.

La urgencia del marcador obligó a Antonio Fernández a buscar una mayor verticalidad con Rubio y Diz en el campo, sacrificando a un Abelenda impreciso durante todo el partido y retrasando a Masogo al lugar de Derik. No obstante, con el equipo más expuesto en la faceta defensiva, un contraataque frenético del Unionistas dejaba solo, tras un error de marca clamoroso de Masogo, a De Miguel contra Cacharrón. Lo que parecía la sentencia del partido con un remate claro acabó siendo una gran parada en el mano a mano del portero granate, que evitó el 2-0 con excelente anticipación.

Con el cansancio ya palpable en ambas escuadras, se abrió el abanico de opciones y volvieron a tener los salmantinos una ocasión de peligro en las botas de Beneit que no terminó de cuajar. El Pontevedra quiso contraatacar desde su habitual orden y Yelko Pino, con una rápida conducción, conseguía forzar una falta en la frontal. El tiro libre terminó yéndose por encima de la meta de Sánchez.

El bando granate siguió agitando el avispero y luchando cada balón, pero el sino del partido ya estaba decidido y los tres puntos se quedaron en casa.

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