Pontevedra CF

Una tensa asamblea recompone el consejo

Un consejero del sector crítico, cesado | Lupe Murillo ve limitadas sus funciones como consejera delegada

Lupe Murillo, antes de comenzar la Junta General de Accionistas.

Lupe Murillo, antes de comenzar la Junta General de Accionistas. / GUSTAVO SANTOS

Antonio Santos

La Junta General Ordinaria de Accionistas del Pontevedra CF no solo sirvió para aprobar con mayoría las cuentas anuales de la entidad en la temporada 2020-2021. La jornada estuvo marcada por el cisma existente en el seno del consejo de administración del club granate, con el liderazgo ejercido por la presidenta y mayor accionista individual, Lupe Murillo, y el sector opositor, comandado por José Luis Tilve, que representaba en el organismo a tres empresas accionistas.

El enfrentamiento, cargado de tensión, entre ambas corrientes marcó la pauta de toda la sesión hasta el turno de ruegos y preguntas, cuando uno de los representantes del accionariado, sin identificarse personalmente ni a su representación, solicitó la votación del cese y separación de Tilve como miembro del consejo de administración, una medida que se aprobó con el 82,27% del accionariado presente a favor y un 17,72%, el que pudo acreditar con sus documentos la administradora de la empresa a la que representa Tilve en el consejo, en contra.

Se trata de una medida que se produce semanas después de que la Audiencia Provincial anulase el nombramiento como consejeros delegados del Pontevedra tanto a Lupe Murillo como Enrique Mariño tras una denuncia realizada por el propio grupo opositor. La sentencia, favorable a Murillo en primera instancia y revertida a posteriori, obliga a ambos a someter algunas decisiones de operativa diaria del club al consejo de administración.

Algunos de los socios presentes en la junta. |   // G. SANTOS

Algunos de los socios presentes en la junta. | // G. SANTOS / Antonio Santos

Tras el cese de Tilve, el turno de palabra continuó con la intervención de Ana Isabel Eiras, administradora de una de las empresas del grupo opositor, Inversiones y Gestión Alimenticia, S.L., que solicitó su candidatura para el consejo al asegurar haber nombrado a Tilve. Una posición a la que Murillo respondió: “nos quedamos con su mensaje”.

A continuación, la presidenta de la entidad cedió de nuevo la palabra al cesado, recordándole que su condición de consejero había terminado.

“La señora presidenta dijo que fuimos elegidos por la Junta General. No es cierto. Nosotros fuimos nombrados por el sistema de representación proporcional. Una vez que se cesa a uno, porque el cese es automático, tiene derecho, como bien ha dicho Ana Eiras, de nombrar a su sustituto”, rebatió Tilve, a lo que Murillo alegó que no se iba a producir ningún nombramiento en el acto y que los miembros del consejo, más allá de los sectores a los que representan, son elegidos por los accionistas.

“Sigo callada por la estabilidad y el bien del club”

El acalorado enfrentamiento entre la presidenta del club y el representante del sector antagonista a la actual dirección del Pontevedra presidió todos y cada uno de los puntos del día de la Junta General, hasta el punto de llegar a asegurar que el proceso judicial en el que se ha visto envuelto el consejo de administración en los últimos meses ha provocado su silencio desde el término de la pasada temporada, la del ascenso a Primera Federación.

“No quise mezclar la porquería con la parcela deportiva. Sigo callada por el bien del club”, afirmó Murillo, que aseguró que se planteó convocar una rueda de prensa una vez que la sentencia fuese firme, pero que evitó una comparecencia pública “por la estabilidad del club”.

Durante la junta, la presidenta de la entidad granate aseveró que, en el proceso de la demanda para impugnar su nombramiento como consejera delegada y las cuentas del ejercicio anterior, “el señor Tilve presentó un escrito que quiso hacer pasar como prueba documental, procediendo a manipular su contenido cuando no había sido enviado como email nunca al club”.

No obstante, la Junta General finalizó oficialmente con nueve de los diez miembros del consejo de administración en activo, sin un horizonte claro acerca de cuándo se renovará ese puesto vacante.

El club presentó 53.000 euros de pérdidas

La aprobación de las cuentas del Pontevedra CF en el ejercicio 2020-2021 dejó, tras el escrutinio de los accionistas, unas pérdidas de 53.602,25 euros, con unos gastos de 1.446.212,81 euros y unos ingresos de 1.392.610,56 euros.

Entre las partidas más destacadas de aquella temporada, en la que el Pontevedra cayó a la cuarta categoría del fútbol español tras el desdoblamiento de la Segunda B en Primera y Segunda RFEF, se reseñaron las subidas salariales, que aumentaron en un 38,55% con respecto a la temporada anterior, así como la reducción en los gastos de explotación, que pasaron de 541.723,32 euros a 311.669,75, un 42,47% menos.

Sin embargo, tanto Enrique Mariño, encargado de desglosar las cuentas, como la propia presidenta, Lupe Murillo, hicieron hincapié en los efectos provocados por el coronavirus, en la primera temporada completa marcada por la pandemia. Los ingresos del club bajaron en prácticamente todos los ámbitos: por competiciones –un 48% menos–, por abonados y socios –un 25% menos– y por comercialización y publicidad –un 5% menos–, entre otras parcelas.

En el balance del club, también se destacan cifras como los 628,203,23 euros de fondos propios que figuran en el pasivo de la entidad, un 7,86% menos que en el ejercicio anterior, o los 867.043,65 euros de activo inmovilizado que posee, principalmente por los trofeos del club, según Mariño.

Con respecto a la dilación a la hora de convocar la junta, Murillo destacó que el proceso judicial paralizó la formulación de cuentas y generó muchos retrasos a la hora de convocar la junta. “Hasta septiembre de este año, no podíamos traer estas cuentas porque no teníamos la certeza de que el juez nos las fuera a aprobar. En primera instancia lo hizo y en segunda también”, afirmó la presidenta granate, que incidió en que, aunque la anulación de sus cargos prosperó, no lo hizo así la impugnación, también presentada, de las últimas cuentas anuales y el informe de gestión.

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