Como quien se pega constantemente contra un muro, así vivió el Pontevedra el partido de ayer ante un Lealtad que no tuvo intención ninguna de jugar ni de tener posesión. Un Pontevedra muy espeso dejó escapar tres puntos que le habrían dado ventaja para lo que queda de competición. Finalmente los de Luisito firmaron un reparto de puntos sin goles que los mantiene líderes con 25 puntos, pero que deja la clasificación muy ajustada y los obliga a ganar sí o sí este domingo ante el filial del Oviedo.

Los problemas se le acumulaban a Luisito antes de que si quiera comenzara el partido sin Jorge, Charles y con Rufo tocado. Pese a ello el delantero madrileño apretó los dientes y salió al césped sin saber si aguantaría los 90 minutos, lo que condicionó todos los posibles cambios de Luisito. Así los granates comenzaron el partido algo desenchufados, lentos y sin acierto alguno. El Pontevedra jugaba a lo que el Lealtad quería, pese a que tampoco se volcaban en el ataque. El partido iba más de marear que de generar.

El Pontevedra no era capaz de avanzar apenas en campo contrario con una fuerte defensa de los de Villaviciosa. Así pasaron los minutos hasta la media hora cuando Damià remata un centro de Adrián Cruz que Bussman corta. Fue la primera oportunidad clara del Pontevedra. También remató de cabeza Álex González sin acierto. El mismo capitán salvó con un rápido sprint un ataque de Kofi y antes del descanso Adrián disparó sin acierto a la portería asturiana.

Ya en la segunda parte Luisito cambió a Oier, que tenía molestias, por Pitu, que jugaba por primera vez con Luisito, guardándose todas las posibilidades por lo que pudiera pasar con Rufo. El cambio aportó y el extremo di más ritmo al partido e hizo que el equipo ganara en ataque. En los primeros diez minutos del segundo tiempo los granates ya igualaban las oportunidades de la primera parte. Primero un centro de Álex que Rufo lanza demasiado alta, luego un disparo de Álex que frenó Bussmann y un remate de Adrián tras una falta que se fue muy pegada al palo.

Pitu también probó suerte y aunque no llegó a un centro de Álex remataba más tarde para encontrarse con los guantes de Bussmann.

Pese a que parecía haber runa mejora, las oportunidades del equipo granate se iban por el sumidero mientras los de Luisito seguían chocando con el mismo muro. Un Lealtad que ni jugaba, ni dejaba jugar a base de cometer faltas mientras casi todas las amarillas iban al Pontevedra, incluso para Luisito antes del descanso.

Los últimos minutos del encuentro fueron muy intensos para el Pontevedra, con mucha tensión y con un Rufo blindado por la defensa de Villaviciosa, que apenas tuvo oportunidades y que se notaba que no estaba al 100%.

Rufo no llegó a un centro de Adrián, tampoco un remate de este tras un córner sacado por Damià que se iba fuera. Entró al terreno de juego Óscar en un intento de ser más fuertes en ataque, pero pese a tener la posesión las cosas no salían, porque ni Rufo llegaba a un remate de un balón de Xisco.

Así las cosas el partido parecía estar sentenciado y el Lealtad solo pudo marcar en una falta a favor en el minuto 89 que salvó primero Álvaro Cortés y luego Adrián y en un córner a favor que paró de nuevo el guardameta. Reparto de goles en un partido sin pena ni gloria.