El Pontevedra dio por zanjada su mala racha el pasado fin de semana y en buena parte es gracias a Rufo. El delantero madrileño firmó dos goles después de seis partidos sin marcar. El granate se muestra muy contento, sobre todo por el equipo. “Estábamos teniendo ocasiones y mereciendo la victoria y al final la pelota a veces no quiere entrar. Esta vez sí y nos ha dado tres puntos y una victoria que necesitábamos mucho”, confiesa.

Además esos goles son el premio a un gran esfuerzo de recuperación que el jugador ha hecho. Rufo sufrió el 17 de enero una caída en el partido contra Ferrol que le provocó un esguince acromio clavicular cuya baja se esperaba de hasta cuatro semanas. Sin embargo, el delantero volvió apenas una semana y media después. “Empecé a entrenar con bastante dolor, pero con antiinflamatorios y fortaleciendo la zona terminé el partido contra el Celta B. Tenía molestias, pero me permitía jugar y decidimos intentarlo. Puedo soportarlo, así que puedo jugar”, sentencia.

Ahora reconoce que está mejor, fortaleciendo el hombro, pero aún padece la molestia: “Durante la semana recibo menos golpes y lo puedo llevar mejor, pero durante los partidos no puedo esquivar golpes o caídas y duele. El doctor me dijo que es solo dolor y la lesión no puede ir a más así que intento aguantarlo para ayudar a los compañeros”, comenta mientras espera que el dolor desaparezca cuando llegue una fase de descanso. Este esfuerzo le valió el reconocimiento de Luisito tras el partido del Guijuelo señalando que en el próximo parido jugarían Rufo y 10 más, pero el delantero le resta importancia. “Él ha sido delantero y sabe que necesitamos eso en ciertos momentos. Estoy muy agradecido, me parecen unas palabras exageradas y son para dar confianza porque el equipo lo está haciendo genial y estamos trabajando muy bien en todas las líneas”, apunta.

Esta es la primera semana completa de entrenamientos con Luisito Rufo reconoce que sus sesiones son muy intensas. “Es bueno porque como se entrena se juega y si lo haces al 100% en el partido vas a dar eso. Está bien el ritmo que nos mete y cómo nos aprieta, a mí me gusta”, explica. El punta reconoce que el técnico está muy encima de los jugadores: “Siempre está pendiente de todos, del mínimo detalle. Tácticamente nos está dando muchas soluciones y sobre todo cree en lo que quiere hacer y transmite la idea tanto que tú mismo también crees”.

Rufo apunta a que la adaptación al nuevo entrenador está siendo muy sencilla, “nos conoce mucho a nosotros y al grupo y nos da unas pautas que hemos cogido muy rápido”. Una adaptación que se vio ya contra Guijuelo y se terminó de confirmar en Salamanca con un 1-3 de resultado. “Anímicamente nos vino muy bien porque empezó el partido como nadie esperaba, y poder remontar ese resultado tan contundentemente nos dio alas y ahora tenemos muchas ganas de disputar el partido en casa ante el Compostela, que es un gran equipo, pero nosotros no tenemos margen de error y tenemos que ir a por los tres puntos”, asume. Ese poco margen no le pesa mentalmente al grupo según el delantero ya que esta es una liga corta y desde el principio se concienciaron de que “todo iban a ser finales”. “Creo que incluso los que están más arriba no tienen margen de error. Todos estamos en la misma situación”, sentencia.

“El objetivo es estar en la Segunda B Pro”

El Pontevedra recibe este fin de semana al Compostela que se sitúa dos puestos por encima en la tabla, cuarto, y con dos puntos más, 20. La clasificación no da margen para estar entre los tres primeros y hay muchos clubes muy igualados. Rufo cree que todo es posible aún: “El objetivo está claro que es estar en la Segunda B Pro y vamos a luchar, tenemos poco margen de error. Nos quedan cuatro finales y hay que intentar esforzarnos al máximo para dar al míster todas las opciones posibles y ayudar al equipo y yo mientras pueda intentaré seguir ayudando”, apunta positivo el delantero granate.