La jornada era decisiva y el fin de semana perfecto para darle al Pabellón lo que se merecía, la primera victoria del año después de una cadena de derrotas dolorosas. El Pabellón se tiñó de azul para izar la bandera que conmemora el 75 aniversario del Teucro en un acto previo al partido que inicia las actividades conmemorativas para celebrar los tres cuartos de siglo que proyectan durante todo el año. La casa de los teucristas era más feudo que nunca. Además el club presentó a la base en el descanso del partido para culminar así una jornada teucrista redonda.

Moyano empezaba estrenando el marcador dándole al Pabellón la electricidad para engancharse al partido. Contestó rápido el Palma del Río, pero los de Luis Montes sabían que perder no era una opción y pronto se repusieron con fuerza del empate sacando el partido hacia delante a base de poner distancias.

El Palma del Río es el colista de la competición y el Teucro no se podía permitir otra derrota así en casa. Aún así el rival llegaba ansioso y jugaba con la inquietud de los azules y la necesidad de ganar.

A los diez minutos del juego el 4-3 asfixiaba a los del Teucro que se alimentaban del apoyo del pabellón para despegar. En el minuto 15 el 9-4 aliviaba los ánimos para seguir escalando.

La defensa de los pontevedreses fue letal y el colista apenas supo qué hacer llegando al minuto 20 con un 13-5.

Aún quedaba mucho partido por delante y los de Montes no se podían relajar. No lo hicieron tomaron más ventaja con un ataque constante y una conexión perfecta entre los jugadores que hacía llegar al descanso con 19-10.

Al reinicio del juego apenas tardó 20 segundos en llegar la distancia de diez en el marcador que daba la seguridad necesaria. El colista se despertó entonces y empezó a presionar, pero al Teucro no le fallaron las fuerzas, supo mantener la calma y avanzar con la mente fría.

A partir de ahí se dio un baño de goles que disfrutó como nunca en su casa, lamiéndose las heridas de los partidos pasados y llegando al toque de la bovina con un 32-19 que les da la energía que tanto necesitaban para afrontar lo que queda de liga.

Los de Montes encajaron una sufrida derrota en Zamora y empataron en el último encuentro con Sarriá. El fin de semana que viene tendrán que enfrentarse al Cisne, líder de la categoría.