El Pontevedra remontó un gol inicial de Las Palmas Atlético y se llevó los tres puntos de Gran Canaria con una meritoria victoria por 1-2, con especial protagonismo para el delantero nigeriano Adighibe, decisivo en los dos tantos del conjunto granate. Los de Carlos Pouso vuelven a la senda de las victorias tras dos jornadas sin ganar y ya son sextos. Es la cuarta victoria en ocho partidos de los granates lejos de Pasarón.

En cuanto al partido, este no pudo empezar peor para el conjunto granate porque Jaouad cometió un grave error al entregar el balón a Alberto Reina, quien lo aguantó dentro del área, cedió atrás a Toni Robaina y éste con tranquilidad hacia David Herrera, por la derecha, para que después de controlarlo lo cruzara por debajo a la red.

Tardó unos minutos en reponerse del mazazo el equipo de Carlos Pouso, pero cuando lo hizo fue para meterse de lleno en el partido y conseguir darle la vuelta al marcador en apenas veinte minutos. Los granates asumieron el control del centro del campo y empezaron a llegar con peligro sobre la portería de un Las Palmas Atlético que dio un paso atrás que aprovecharon los de Pouso para generar juego y ocasiones.

Y en esta dinámica apareció el nigeriano Adighibe que fue una pesadilla para la frágil defensa de los amarillos. Su envergadura le hizo ganar muchos balones y en uno de ellos, a la salida de un córner en el minuto 20, remató de espaldas a la portería en un gesto técnico sobresaliente y la pelota se estrelló en el travesaño.

Solo dos minutos más tarde, y de nuevo tras un saque de esquina de Álvaro Bustos desde la derecha, el nigeriano se anticipó a la zaga, pero el delantero centro local Rober Núñez, en su intento de despeje, contactó con la pelota hacia su portería.

El árbitro, a instancias de su asistente de banda, mejor situado, concedió el tanto del empate. Pero en el acta el colegiado, por error, le adjudicó el gol primer gol al jugador granate Berrocal.

El empate desarmó a un Las Palmas Atlético que hasta entonces había vivido de su exigua ventaja, y en el minuto 29, un balón aéreo que prolongó Álvaro Bustos con un exquisito toque de Adighibe, entró en la portería y les dio el 1-2 a los granates.

El filial de Las Palmas solo reaccionó en los minutos finales del primer tiempo, cuando tuvo un respiro de la presión alta que le realizaba el Pontevedra, aunque casi siempre en acciones a balón parado o balones bombeados.

Así, una falta lejana desde el costado izquierdo que sacó Toni Robaina no encontró rematador, pero la pelota botó en el área y complicó el despeje a córner de Edu Sousa.

Mucho más peligrosa fue su última ocasión antes del descanso, en el minuto 44, con un balón que recibió Alberto Reina dentro del área y su disparo cruzado a media altura lo rechazó Sousa.

Segunda mitad

Al inicio del segundo periodo, el filial canario, obligado por el resultado en contra, hizo dos sustituciones para pasar a jugar con dos delanteros. Con esos dos cambios simultáneos, y el posterior tercero, Las Palmas Atlético mejoró, comenzó a llegar con peligro, y tuvo disparos cómodos de la frontal del área por mediación del centrocampista cántabro Josemi que no encontraron portería, ante cierta pasividad en los visitantes. Pero la gran ocasión de los canarios para empatar tuvo como protagonistas a dos de los incorporados, con centro de Isidro desde la línea de fondo pero Juan Fernández, y el delantero catalán, solo dentro del área, no contactó bien con el balón y su remate mordido lo detuvo abajo Edu Sousa en el minuto 71.

Tuvo que dar un paso atrás el conjunto granate, pero supo contener los ataques locales en esta fase del partido. Pouso refrescó al equipo con los cambios y el local Jesús Fortes vio dos tarjetas amarillas en solo nueve minutos, dejando a su equipo en inferioridad numérica. Pese a ello, Las Palmas Atlético se volcó a la desesperada y dejó espacios. Así, en el minuto 86 fue anulado un gol a Javi Pazos por claro fuera de juego en su remate de cabeza, a centro de Nacho López desde la derecha.

Una indecisión entre Jouad y Edu Sosa ante Rober, que acabó en córner de forma casi milagrosa, estuvo a punto de costarle el partido a un Pontevedra que a pesar de acabar con un futbolista más, sufrió para mantener su renta y facturar en su equipaje los tres puntos.