"No me gusta ese aura que hay alrededor, parece que el partido está ganado antes de que salgamos de Pontevedra", decía en la previa del partido con el colista Palma del Río, el entrenador azul Luis Montes. Y no le faltaba razón, la victoria hubo que pelearla, pero el premio es el liderazgo de la categoría, a falta de que el Cisne juegue su partido aplazado.

El Palma del Río necesitaba curarse las heridas y empezó muy fuerte en Pandero, un campo que apoya mucho a los suyos y genera mucha presión ambiental. Se estrenaba el marcador con los ataques de los cordobeses, pero la ventaja le duró apenas los primeros 15 minutos.

A partir de ahí el Teucro comenzó a apretar. Sin embargo los cordobeses necesitaban luchar por los puntos y fueron peligrosos en el juego, destacando Morgado y Plaza. No fue un partido fácil, pero los de Luis Montes se van encontrando cada vez más en la pista, gestionan mejor las situaciones complicadas y van a por un objetivo común. Sin embargo el Teucro puede dar más.

Al final de la primera parte los azules dominaban en el marcador, pero ya comenzada la segunda parte los cordobeses empezaron a meter presión a los azules y ponerles de nuevo difícil el juego.

Los 15 últimos minutos fueron decisivos y la exclusión de Bojicic no ayudó. El partido iba 20-21 y los de Montes no las tenían todas consigo.

En el minuto 24 (22-26) el Palma del Río pedía tiempo muerto viendo que se le iba escapando el partido a pesar de haber mejorado en el juego. De ahí sacó dos tantos más que puso tensos a los azules que fallaron entonces dos tiros, uno de Poveda y otro de Dzikuz Novakov. Este último volvió a lanzar y el Teucro sumó tres goles más que acababan con un 25-29. Un partido largo y duro que reafirmó que la plantilla azul sigue creciendo y construyendo en la pista y que lo lleva al liderazgo de la categoría.