Dejó Pontevedra en 2014 para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y en el pasado mes de septiembre volvió a la ciudad para integrarse de nuevo en la disciplina del Club Natación Galaico, después de una temporada en las filas del CN Sabadell. A sus 23 años, Beatriz Gómez Cortés vuelve a casa para seguir disfrutando del deporte, que compagina con sus estudios de Ingeniería Biomédica. Este mes participará en el Campeonato de España de Invierno.

- ¿Con qué objetivos se plantea esta temporada?

- A este primer campeonato voy un poco más a probarme porque, al tener tan poco tiempo para entrenar, estamos intentando cambiar el planning. Ya no puedo nadar las pruebas que nadaba antes, me tengo que centrar en pruebas más cortas, y todavía no sé cómo va a funcionar el trabajo que estamos haciendo, cómo va a reaccionar mi cuerpo a la hora de competir. Después del campeonato, marcaremos unos objetivos de cara al verano y de cara al Campeonato de España Open. Aunque no tenga tanto tiempo para entrenar, creo que se pueden hacer cosas buenas; vamos a buscar más la calidad que la cantidad.

- La temporada pasada, al final, le dejó buenas sensaciones, ¿no?

- Sí, salvamos un poco la temporada. Tuve suerte, porque pude entrar en el equipo para ir a los Juegos del Mediterráneo y hacía un par de años que no iba a una competición internacional así de importante. Estuvo muy bien.

- ¿Cómo está siendo la vuelta a su club de toda la vida?

- Estoy muy contenta, sigue siendo un club muy familiar, el cariño es el mismo de siempre, estoy muy a gusto. Entrenar aquí se me hace muy raro ahora, porque llevaba diez años trabajando en un centro de alto rendimiento. La filosofía es muy diferente. En el club se adaptan bastante a mí, me dejan aportar mi opinión y mi feedback para plantear el trabajo, en un grupo de alto rendimiento suele ser decisión del entrenador. Ahora también puedo adaptar mejor los horarios para compaginar con los estudios. Estoy más relajada, es otro ritmo.