Uno de los momentos más difíciles de su carrera fue en 2015, cuando tuvo que pasar por quirófano por una anomalía cardíaca.

- Da la sensación de que me fui de aquí y todo fue a peor, pero realmente me coincidió con todos los problemas de salud. Lo del corazón me frenó mucho y después tuve las migrañas, que no suena tan fuerte pero para mí fue mucho peor, porque me duró un par de años e incluso ahora, que lo tengo más o menos controlado, me condiciona mucho. No encontrábamos una solución, me daban migrañas muy fuertes que me impedían entrenar y me obligaban a estar en la cama varios días, llegaba a perder la vista y el habla. Los neurólogos me mandaban dejar la natación y me costó encontrar un neurólogo que me diera una solución. Tengo que tener mucho cuidado, porque la salud es lo primero.

- Al menos no ha dejado de disfrutar de la natación.

- Aunque no sea a un alto nivel, a mí me encanta nadar y sigo luchando por hacer lo que me gusta a pesar de todos los problemas que tuve por el camino. Pero siempre hay una solución para todo.