Una victoria liderada por la vieja guardia

Dicen que en situaciones comprometidas, la experiencia es un grado. Nadie mejor que los más conocedores del contexto están más capacitados para sacar adelante un problema y no enfangarse ante las dificultades. Y eso es lo que debió de pensar Luismi en el choque del pasado Jueves Santo ante el Talavera. Porque el técnico vigués apostó por primera vez por colocar en el once inicial a la vieja guardia del Pontevedra, ese grupo de futbolistas que tienen totalmente interiorizado lo que significa vestir la casaca granate porque lo llevan haciendo, por lo menos, durante dos temporadas.

Edu Sousa, Kevin Presa, Adrián Mouriño, Álex Fernández, David Añón y Álex González componen ese núcleo de veteranos no en edad, sino en conocimiento de la casa lerezana. Y fuese casualidad o no, con ellos seis juntos en el césped por primera vez en 2018 (la anterior esta campaña fue el 0-0 contra la Gimnástica Segoviana), el Pontevedra logró su victoria más holgada del curso.

defensa de 4

Luismi apostó por segundo encuentro consecutivo por una defensa de cuatro. Con sólo dos centrales, el equipo granate ganó más gente por la banda y evitó que los futbolistas de la cal tuviesen que recorrer más kilómetros. El equipo fue más simétrico, se juntó más y logró presionar mejor, lo que hizo que no fuese necesario tener que sobreproteger el centro de la zaga.

un mediocampo que rinde

Hasta la fecha, Luismi no había apostado por el doble pivote Kevin Presa-Álex Fernández. Y en la primera vez que lo hizo, la jugada salió redonda. Ese centro del campo ya fue clave con Luisito para lograr la salvación holgadamente en la temporada 2015-2016. Y aunque el curso pasado Fernández perdió peso, siempre que ha sido conquerido para la causa, ha rendido. Ponteareano y ourensano demostraron que se entienden a la perfección y construyeron un doble pivote completísimo, que otorgó solidez al equipo, claridad en salida de balón y llegada al área. Fueron el pegamento que todo lo unió.

intensidad máxima

Nada hubiese valido de no ser porque la predisposición del equipo granate fue, nuevamente, muy buena. Si ante Coruxo, Ponferradina o Fabril no encontró el premio al esfuerzo, el Juves Santo el trabajo sí dio sus frutos. Pese a que le costó entrar en el partido, el Pontevedra acabó arrollando al Talavera a base de intensidad. Los granates se jugaban mucho y actuaron con dos marchas más que su rival. Todo ello se tradujo en una presión fantástica en cada salida de balón del Talavera y una velocidad de juego elevada tras cada robo. Las señas de identidad de siempre.

mouriño, estelar

A esta energía se le sumó la clarividencia de Adrián Mouriño. El mediapunta volvió a la titularidad tras su notable partido ante el Coruxo como segundo punta y no defraudó. Mouriño completó su mejor partido en años. Danzó en tres cuartos de campo a su antojo, ya que resultó indetectable. Y generó peligro en cada acción, como demuestra el penalti forzado, el pase de gol a Éder y el larguerazo del segundo tiempo.

el punta aporta gol

Éder parece haberse afianzado en la punta de ataque. El delantero llegado en invierno aporta muchísima brega y es un titán en los balones aéreos. Con su juego fuera del área está aportando muchísimo al equipo. Pero es que además, contra el Talavera también demostró olfato. Dos goles que se suman al que marcó ante el Coruxo. Tres en sus cuatro partidos como titular en liga.

jorge, resolutivo

Su ausencia en el once fue una de las grandes sorpresas. Pero Luismi lo guardaba como su bala de oro en la recámara. Y apenas le hiciern falta diez minutos para demostrar que sigue en un estado de forma brutal. Jorge Hernández apareció en un momento en el que el resultado podía peligrar para sentenciar la victoria con el gol de la temporada y una asistencia sacada de su chistera para Éder.

los resultados ayudan

Si en la anterior jornada la derrota del Pontevedra estuvo acompañada de triunfos de casi todos sus rivales, este fin de semana largo las cosas han cambiado. El Coruxo cayó 3-0 ante el Atleti B, el Toledo 0-1 contra el Sanse y el Racing, 1-1 en Cerceda. La cruz, el empate del Valladolid en Fuenlabrada. Hoy juega la Gimnástica ante el Fabril.