La Junta General de Accionistas prometía ser un evento sin novedades y con la aprobación casi unánime de los puntos del día, pero los rumores que se venían rumiando desde hace algunas semanas se hicieron realidad. Un grupo empresarial representado en el evento por José Luis Tilve López trató de entrar en el consejo de administración del único modo posible: cesando a los actuales miembros.

Sin embargo, en el cuarto punto del orden del día, introducido minutos antes del comienzo de la junta, el 62% de la masa accionarial allí presente (asistió el 90% del total) rechazó el cese en votación. Lupe Murillo seguirá al frente del Pontevedra Club de Fútbol, al igual que los diez consejeros actuales. Las empresas Meañomar, Marabal e Inversiones y Gestiones Alimentación no lograron con su aproximadamente 37% del accionariado entrar en la directiva de la entidad.

"Hoy no nos echan", expresaba por lo bajo la presidenta cuando conoció que el porcentaje de títulos de los empresarios opositores no era suficiente para provocar cambios en el consejo de administración. Al término del evento, la presidenta aseguró que este grupo "quería un puesto en el Consejo de Administración y ahora mismo no hay vacantes porque los diez puestos están ocupados". "La única posibilidad que tenían de entrar era si se cesaba al actual Consejo y eso no sucedió. Tendrán que esperar hasta el 2019 o, en mi caso hasta el 2020", expuso.

Murillo recomendó irónicamente al grupo empresarial que "aguanten un poquito todavía o que sigan comprando acciones, que es lo que hacen", antes de declarar que "parece que tienen mucho dinero para comprar, así que a ver si lo invierten en el Pontevedra". "Eso nos vendría mucho mejor a todos", recalcó.

Para la presidenta, el conglomerado de empresas tiene otros fines: "Yo no los conozco, pero puedo intuirlos. A mí lo único que me importan son los del Pontevedra Club de Fútbol. Llevamos dos años trabajando muy bien en lo económico, en lo deportivo y lo social y los resultados están ahí".

"No sienten los colores"

Asimismo, la regidora recalcó que no entendía cómo ahora podía tener interés en el Pontevedra "alguien que no siente los colores". "No estuvieron cuando se les necesitaba, así que si ahora están significa que que tienen otros intereses". En el mismo sentido recalcó que su idea pasa por permanecer "dos o tres años más en el Pontevedra si es necesario para defender los intereses de la entidad".