El técnico teucrista compareció ayer en la rueda de prensa habitual antes de los partidos para manifestar que "ganar en Irún nos quitó un peso de encima en cuanto a los nervios que podríamos tener siendo el debú en casa. Prefiero jugar el primer partido fuera, y en este caso todos nos salió bien. Las sensaciones antes del mismo eran buenas y al final se cumplieron".

De cara al choque ante el Algemesí, Quique Domínguez afirma que "el partido de esta tarde va a ser mucho más difícil del jugado en Irún. Creo que al Bidasoa le pasó factura la presión de casa, y la verdad es que todo nos salió muy bien. En defensa estuvimos a un nivel muy alto y ganar en casa sería importante de cara a la afición, que está deseosa de echarnos una mano".

Sobre el nivel de la competición, el entrenador teucrista señala que "en la primera jornada hubo resultados muy extraños, difíciles de acertar, por lo que se espera un año muy igualado. Cualquier rival le puede ganar a cualquiera".

Por su parte, Borja Pedreira, uno de los capitanes manifestó que "hay que trabajar desde la humildad. Se trata de un recién ascendido, pero hay que respetarlo. El año pasado ya sufrimos varias decepciones ante ese tipo de equipos y no podemos fiarnos de nadie".