A Milo Abelleira puede que no se olvide jamás la derrota sufrida por el Pontevedra en su visita a Vilalonga en donde cayó derrotado y perdió todas las opciones de jugar la fase de ascenso a Segunda División B. Una parte de la afición granate desató sus iras contra el entrenador pontevedrés a lo largo de la segunda parte y al final del choque jugado en San Pedro, debido a la pésima actuación del equipo, en un partido que era trascendental para seguir ilusionados con poder jugar el play-off.

La actitud de algunos jugadores sobre el terreno de juego dejó mucho que desear en un encuentro que se podía considerar como una fina. Daba la impresión de que enfrente estaba el líder de la categoría, ya que fue muy superior en todas las facetas.

Debido a esas críticas algún miembro del Consejo de Administración discrepa con la posibilidad de que renueve como director deportivo del club, algo que se le había propuesto en su momento, aunque no de forma oficial. De todos modos, en el consejo todavía cuenta con el apoyo de algunas personas que defienden el trabajo realizado por Milo durante estas dos últimas temporadas, sobre todo porque se adapta perfectamente a las circunstancias y al presupuesto con el que se cuenta para confeccionar la plantilla para la próxima campaña.

El mayor error del técnico granate fue hablar con la sinceridad que le caracteriza al final del encuentro ante el Villalonga, en donde entonó el "mea culpa" por no elegir bien a los jugadores que formaron el once inicial.

A mitad de temporada, una parte de la afición ya había pedido su dimisión al grito "Milo vete ya", pero la buena racha en la segunda vuelta había provocado silencio en las gradas, algo que no se volvió a repetir hasta el partido de San Pedro.

Desde su llegada, el técnico le había dado la alternativa a varios jugadores de las categorías inferiores y formado un plantel con futbolistas de la zona pontevedresa, que era lo que se le había pedido tras no superar la fase de ascenso al final de la pasada campaña.

Como director deportivo de la entidad, Milo Abelleira mantuvo a todos los equipos en las categorías superiores, como sucedió en la actual, en la que el filial ya casi tiene asegurada la permanencia, con un equipo muy joven, así como a los juveniles de División de Honor, que seguirán otro año más en la élite del fútbol nacional.

Desde el Consejo de Administración reconocen que ya se la había planteado hace un mes la opción de que solo ejerciese como director deportivo, al considerar que era la persona que mejor podría realizar el trabajo de coordinar todas las categorías del club, ya que habitualmente suele presenciar muchos partidos durante el fin de semana.

Los dirigentes creen que es conveniente ir cerrando la renovación de los jugadores que interesan para la próxima temporada, con el fin de que otros clubes no puedan negociar con ellos.