Rubén Tizón descuenta las horas. Al mediodía de mañana, en Salamanca, disputará con el Sala Ourense el último partido de una carrera deportiva que le ha tenido dando pelotazos a un balón de fútbol sala durante dos décadas. Que le llevó hasta lo más alto en una breve incursión a las órdenes de Paco Seoane. A punto de cumplir cuarenta años, el ourensano hace balance.

- Llegó a jugar siete partidos con el Ourense en la división de honor, ¿qué le faltó para asentarse entre la élite de este deporte?

-Podría decir que suerte, pero lo que me faltó fue constancia. Igual llegué arriba demasiado joven, demasiado pronto. Hoy, sin los 18 años que tenía entonces, sí deduzco que la juventud me pasó algo de factura, me faltó la experiencia que sí tengo ahora. Te ves ahí con jugadores como Pareja, Ruiz, André, Pedrinho, Fede, Juan, Julio... Fueron sólo siete partidos, al menos llegué arriba del todo, aunque fuese muy poco tiempo. Fue una experiencia muy gratificante, fui muy feliz en Verín, en Carballiño... Digamos que me faltó la guinda de haber metido la cabeza en la élite y haber estado muchos años ahí. En fin, orgulloso de lo que me ha dejado vivir este deporte y la manera como me ha dejado vivirlo.

- ¿Recuerda ese primer partido con el primer equipo?

- En Talavera, en partido televisado además para toda España. No nos fue muy bien, perdimos 9-2. Pero es que aquel Talavera era un equipazo.

- Porque usted se dedicaba al fútbol once, ¿no?

- Sí, yo venía del equipo de división de honor del Pabellón. Me aburrí del fútbol, simplemente. Y quise cambiar.. No me arrepiento, no fue una buena temporada, acabamos descendiendo.

- Pocos pueden decir que han jugado en todas las categorías habidas y por haber...

- A ver, liga local, provincial, autonómica, Tercera, Segunda B, Segunda y Primera. Un largo recorrido, sí.

- Ahora que han pasado muchos años, ¿considera que tenía condiciones para jugar en Primera división?

- Yo creo que sí, si no me hubieran elegido para esos pocos partidos. De todas formas, llegar a lo más alto de cualquier deporte, en cualquier faceta de la vida, no es nada sencillo. Porque nadie te regala nada. ¿Cuántos goles habré hecho? Uf, ni idea. Supongo que muchos, casi todas las temporadas era el que más marcaba en el equipo.

- Llegar a la élite es muy difícil, pero en Ourense todavía más. ¿Considera al deportista ourensano demasiado acomodado?

- No lo creo, Ourense tiene unas canteras espectaculares. En muchos deportes. Lo que pasa que lo que llamamos élite es otra historia, si ya es difícil llegar no digamos mantenerse. Es verdad que ourensanos han llegado pocos, pero no porque tenga menos espíritu que el jugador de cualquier otra comunidad autónoma de España.

- Llenará algún día el Sala Ourense el hueco que quedó vacío?

- Por capacidad y por ilusión desde luego que sí. Otra cosa es que tenga la suerte que se necesita para conseguirlo. Hacen falta muchos más apoyos, nosotros no cobramos, y con esta filosofía ya sabes que muy arriba no vas a estar. Pero sí, sería bonito que este equipo algún día diese el salto.

- ¿Y ahora qué?

- Pues no lo sé, siempre me ha llamado la posibilidad de entrenar. Pero necesitaría tiempo, y no lo tengo. Este año ya me costó mucho ir a entrenar con el resto de compañeros, tengo dos niños, uno de once y una nena de cinco, un trabajo... Salgo de casa a las ocho de la mañana y vuelvo a las tantas de la tarde... Ya veremos.