Últimos metros de temporada para la UD Ourense. Los recorrerá el domingo en el campo de A Magdalena de Vilalba. Allí le espera un Racing que supo dar un volantazo a tiempo. Tercero por la cola al final de la primera vuelta, los lucenses cambiaron de entrenador y con Simón Lamas en la dirección han hecho una segunda sobresaliente, en la que sólo han perdido tres partidos, el último el domingo pasado en el campo del Racing de Ferrol.

El Vilalbés inició la liga con Juan Peón al frente. Pero a Peón, segundo de Quique Setién en el Lugo, no le fueron bien las cosas. Arrancaron con un empate en casa contra el Porriño los rojiverdes, que acto seguido ganaron 2-4 en Calabagueiros y se encaramaron al quinto puesto. Ahí se pararon. Desde esa segunda jornada encadenaron nueve partidos sin ganar, seis de ellos derrotas, que le mandaron al último puesto. En descenso entró un mes antes, a raíz de un 2-1 en Carballo contra el Bergantiños; al farolillo rojo lo mandó el filial del Lugo. Volvió a ganar el Racing el domingo siguiente, 2-0 al Céltiga, para alternar los tres resultados hasta que dio la campanada en Arousa. En la hora que lo hizo, otros tres partidos seguidos perdidos, con un 0-3 contra el Ferrol o un 2-1 frente a la UD Ourense en el último de la primera vuelta. La primera la abrió con mala cara todavía, 2-1 en Porriño.

La llegada de Simón Lamas lo cambió todo. El ahora jefe del Vilalbés es un veinteañero que estaba entrenando al Santaballés, equipo de la Primera Galicia. También hubo cambios en la plantilla, Villares regresó desde la Segunda B, algo que terminó resultando decisivo. El nuevo entrenador otorgó asimismo galones a Alex Pérez, lo exprimió, al punto que terminó siendo el máximo goleador de los lucenses.

Simón Lamas simplificó el juego del Racing Vilalbés, supo protegerse en defensa y simplificar las jugadas de ataque, ahora aprovecho el balón parado, ahora toco, ahora juego un fútbol directo.

Los resultados no tardaron, una igualada en casa contra el Barco dio paso a un 0-3 en Boiro; a un empate contra el Choco le sucedió un triunfo en Carballiño, un 0-1 que le sacó del descenso. A base de empates y victorias fue alejándose el Vilalbés de los cuatro últimos puestos, las nueve jornadas sin ganar en la primera vuelta se convirtieron en nueve sin perder en la segunda.

Seis victorias consecutivas

El Vilalbés, que tiene el honor de ser el último que derrotó al Ourense CF, llegó a las diez últimas jornadas ya en una zona sin olas. Volvió a chocar con el Polvorín, pero el sprint final fue sencillamente irresistible, seis victorias consecutivas que sólo se cortaron el domingo pasado en A Malata, en el partido en el que el Ferrol se proclamó campeón.

Tres derrotas en la segunda vuelta convirtieron un cadáver en un equipo muy sano. Con los mofletes rosaditos espera a la UD Ourense.