Elías González lleva 26 años enseñando ajedrez. 'Fide trainer', quién mejor que él para analizar la situación de este deporte en Ourense, en Galicia. "Empecé con 19, tengo ahora 45. Ejercí al principio incluso sin titulación, los dos primeros años. Desde el 95 fui sacando los títulos, monitor autonómico, nacional, internacional, hasta que en el 2001 obtuve el de técnico de la Federación española. Hasta que en el 2016, con la acumulación de méritos en el currículum, hice el curso y luego el examen de entrenador internacional, lo que en ajedrez se llama 'Fide trainer', Fide es lo que la Fifa en el fútbol", relata el ourensano, presidente, "más bien chica para todo", matiza, del Xadrez Ourense, cuya directiva componen diez personas más.

¿Goza de buena salud el ajedrez en Ourense? "Goza de una salud excelente. Un dato, si todo sale bien, en el 2020 tendremos tres equipos en división de honor autonómica, nosotros, Verín y Liceo, tres equipos sobre doce participantes. Sería la primera vez en treinta años de la liga gallega de clubes. Otro dato, en el año 1996 había seis jugadores con ránking internacional, hoy son 148, con cerca de 600 federados. Xadrez Ourense está presente en 18 colegios en los que se imparte este deporte, más de 300 niños; en el centro de tecnificación tenemos más de cien, divididos en trece grupos y con cinco niveles, como en las artes marciales, todos federados".

Pero ¿cómo me definiría el ajedrez? "En principio fue concebido como un juego, hace miles de años. Yo diría que es una forma de comunicarse entre dos personas. Garri Kaspárov, quizá el campeón más grande de todos los tiempos, dijo que el ajedrez tenía que ser una invención de los dioses, que las personas serían incapaces de hacer algo así. El ajedrez te atrapa, es complejo y hermoso, cuesta creer que lo haya inventado el hombre".

Juego, arte, ciencia

Y a usted lo atrapó, claro. ¿Cuándo? "En mi casa siempre se jugó al ajedrez, venían los amigos de mi padre. Me llamó la atención a los seis años, pero hasta los 13 no me lo planteé como una competición. El azar me llevó a la escuela de ajedrez de Barrocás. Para mí es una pasión. Me atrajo de él que primero es un juego, luego un arte y después una ciencia, ha evolucionado muchísimo. Tiene un sinfín de variantes, el que entiende de pintura sabe distinguir un Picasso de un Velázquez. Pero por encima de todo es un deporte, la búsqueda de la perfección a través de la tensión. En el último campeonato de España, nuestros jugadores se comían una tableta de chocolate, dos plátanos y varias botellas de agua durante las partidas, quemas muchas calorías. Hay quién dice que no es un deporte porque estás sentado, también lo están en el automovilismo y a nadie se le ocurre decir que no es un deporte".

¿Está en ciernes el próximo Ronaldo, el próximo Messi del ajedrez? "El nuestro sería Iván Salgado, siete veces campeón de España, un jugador profesional que lleva tres o cuatro años viviendo en Bulgaria. Y luego tenemos un chico de 16 años, porque para mí sigue siendo un chico, Martín Gómez Carreño, un jugador muy prometedor que ya ha ganado medalla en los Gallegos y en los Nacionales. Y en Galicia viene pisando fuerte Xulio del Prado, un jugador de Vigo de 12 años que apunta muy alto".

¿Y la próxima Ronalda? "Ahí me quedaría con Pura Diéguez Nóvoa, que ya es subcampeona gallega. Ha progresado mucho de la mano de un excelente entrenador, Andrés Ibarra", concluye.