La afluencia de espectadores a Balaídos continúa cayendo esta temporada, acentuada por los incómodos horarios con que LaLiga viene castigando al Celta, que a punto de cumplirse la primera vuelta del campeonato ha disputado ya en casa cuatro encuentros entre semana contando lunes y viernes. La acusada caída en la asistencia al estadio tuvo su pico más alto el pasado lunes en el compromiso frente al Athletic Club, un equipo tradicionalmente con tirón, que solo atrajo al campo a 13.266 espectadores, una cifra impensable para este partido hace solo unos años.

La siguiente entrada más baja se produjo en el choque ante el Huesca, de la decimocuarta jornada (13.463). Aunque este choque se disputó en sábado, el escaso atractivo del rival, que este año se estrenaba en Primera División, redujo en este caso la afluencia al estadio.

La tercera peor entrada del curso se registró también en lunes, concretamente en el duelo que enfrentó a los celestes contra el Getafe en octubre pasado, que apenas superó los 14.000 espectadores (14.330).

Ninguno de los dos compromisos ligueros disputados en viernes, una algo fecha más favorable que los lunes, alcanzaron los 16.000 asistentes, una cifra que en otras temporadas se habría considerado baja. El Alavés atrajo 15.627 y el Leganés a 15.134.

Llama especialmente la atención la caída espectadores que ha sufrido el coliseo celeste en las visitas de los grandes equipos de LaLiga. Así, el duelo de la tercera jornada contra el Atlético de Madrid solo fue seguido por 19.261 aficionados, pese a disputarse en sábado, mientras que el compromiso liguero frente al Real Madrid, jugado en domingo, apenas superó los 21.000 (21.184) cuando tradicionalmente no baja de los 25.000. El equipo blanco ostenta, de momento, el récord de asistencia al campo este curso.