El ajedrez ourensano vuelve a estar de enhorabuena tras unos días festivos en los que las buenas noticias han llegado desde diferentes y lejanas latitudes de manos, por una parte, de uno de los máximos embajadores del deporte ciencia, Iván Salgado (Ourense, 1991) y, por otra, del joven ajedrecista Adrián Gómez Diéguez (Ourense, 1998), ambos compañeros en el primer equipo del Club Xadrez Ourense.

En Skopje (Macedonia) se celebró los días 6 y 7 de diciembre el campeonato de Europa individual de ajedrez relámpago (modalidad de Blitz), en el que tomaba parte el Gran Maestro ourensano Iván Salgado López, entre más de 300 ajedrecistas de toda Europa (más de 200 titulados internacionales, lo que da una idea del altísimo nivel de la prueba).

Iván Salgado, tras una soberbia actuación, que le llevó incluso a liderar la prueba tras las 10 primeras partidas disputadas, tras las que marchaba líder con 9.5 puntos sobre 10, finalizó finalmente en el puesto octavo tras tener que enfrentar a durísimos rivales de élite mundial como el GM ruso, a la postre campeón, Vladislav Artemiev o el número 1 checo, el GM David Navara. Iván terminó cuajando una performance de 2.663 de ránking y obtuvo una cosiderable subida de 97,2 puntos de ránking Blitz.

Completa, de esta forma, el ourensano un muy positivo año 2018, en el que cierra el curso con este octavo puesto en el Europeo de Macedonia, a lo que hay que sumar el cuarto puesto en el Nacional en la modalidad de ajedrez rápido y el ascenso a la Primera División Nacional el pasado mes de agosto en Linares con su equipo, el Club Xadrez Ourense.

Un 2018 en el que, por contratiempos físicos ya felizamente superados, no pudo acudir a la Olimpiada de Georgia con la selección Española (con la que estaba convocado) y en el que no pudo revalidar su título de campeón de España individual, obtenido en 2017, al tener que retirarse por esos problemas.

Por su parte, Adrián Gómez Diéguez viajaba el pasado puente festivo a tierras alicantinas para disputar el importante Open Internacional de Benidorm, que en su séptima edición tomaron reunió 140 ajedrecistas, representantes de más de una veintena de países, y a la que el ourensano acudía con el firme objetivo de sumar los 11 puntos que le separaban de los 2.300 necesarios para obtener la titulación de Maestro Fide, condecoración que otorga la Federación Internacional a los ajedrecistas que logran tan difícil objetivo.

Al más puro estilo del americano Bobby Fischer en la final de Reykiavik de 1972 ante el soviético Boriss Spassky, en la que el carismático americano perdió su primera partida de forma incomprensible para el nivel de todo un campeón mundial y posteriormente no acudió, bajo protesta hacia la organización, a la segunda de las partidas del match que finalmente acabó ganando por 12.5 a 8.5 y que le supusieron la corona mundial en plena guerra fría, Adrián Gómez comenzó casi de idéntica forma, aunque por motivos diferentes, tuvo que solicitar a la organización no ser emparejado en la primera de las 10 jornadas (por motivos profesionales) y perdió su primera partida sobre el tablero (segunda jornada), de forma inesperada ante el valenciano David Moreno Torralba.

La reacción de Adrián no se hizo esperar y uno tras otro fue superando a sus rivales logrando una serie de seis puntos en las siete partidas siguientes, plantándose en la última jornada ante el ucraniano Vladimir Chernikov, quien se mantenía invicto, y con la necesidad de vencer la partida para obtener la puntuación requerida para la titulación de Maestro Fide.

En una complicada partida, que los aficionados ourensanos pudieron seguir en directo gracias a la retransmisión simultánea online, Adrián superó un difícil medio-juego para entrar en un final de partida con pocas piezas pero con un alfil y una torre muy activos por su parte, que terminaron por darle ventaja decisiva en una transición a un final de reyes y peones, lo que acabó dándole el punto que se traducía en una actuación de +15 de ránking internacional, un séptimo puesto en este prestigioso Open (empatado con el segundo) y la titulación de Maestro Fide. Es el cuarto ourensano de la historia en conseguirlo. El último fue su hermano David Gómez Diéguez, (Ourense, 1995), el pasado mes de agosto.