Balonmano - Liga Asobal

El Frigoríficos traiciona sus principios

El conjunto cangués, en un nefasto encuentro, sobre todo en defensa, cae con justicia ante el Torrelavega

Lucas Aizen se eleva para lanzar a puerta durante el encuentro de ayer entre el Frigoríficos del Morrazo y el Torrelavega. |  // SANTOS ÁLVAREZ

Lucas Aizen se eleva para lanzar a puerta durante el encuentro de ayer entre el Frigoríficos del Morrazo y el Torrelavega. | // SANTOS ÁLVAREZ / César Collarte

Sin defensa no hay paraíso. Al menos para un equipo como el Frigoríficos del Morrazo, que, temporada a temporada, ha escrito las páginas más brillantes de su historia apelando a esa solidez atrás, a esa capacidad de sufrimiento e intensidad que en innumerables ocasiones suplen las limitaciones en cuanto a calidad que marcan los presupuestos. Ayer, en su segunda reválida como local tras el triunfo ante el Puente Genil, el equipo de Nacho Moyano traicionó sus principios más sagrados y acabó cayendo ante el peso de la lógica. Lo hizo en un nefasto encuentro en el que el Bathco Torrelavega le dio en muchos momentos un baño en lo táctico, en intensidad y mentalidad y que, sobre todo, demostró ser ahora mismo un equipo mucho más hecho que el cangués.

Si Nacho Moyano pedía a sus hombres aprovechar las posibles dudas con las que llegaba el colista a O Gatañal, está claro que sus palabras cayeron en saco roto. Y es que aunque Lucas Aizen lideró la ofensiva local para dar las primeras y únicas ventajas a los suyos (1-0, 2-1), no tardó demasiado el Torrelavega en aplicar el rodillo para destrozar a la inexistente defensa canguesa. Un par de errores en ataque bastaron para no poder seguir el ritmo anotador de los visitantes, que rompieron el partido en tan solo ocho minutos (4-8, minuto 8, con tiempo del técnico local).

El panorama no varió en exceso, en parte porque Del Arco –que ayer jugó tocado en un tobillo– estaba muy desacertado en la dirección y Moyano optaba por mantener en pista a su jugador franquicia. En cambio, dejaba nuevamente sin minutos a Rares Fodorean, el único de la convocatoria que no pisó la pista. Pero donde realmente se abría un abismo entre ambas escuadras era en la retaguardia canguesa, incapaz de frenar a los cántabros (5-10, minuto 10). Un par de apariciones de Javi Díaz y la velocidad en las transiciones dieron aire al Cangas, que parecía engancharse con el 9-11 y posesión de balón. La fortuna tampoco estaba con los locales , que estrellaron hasta cuatro balones en el palo en el primer periodo y que vieron cómo el equipo de Álex Mozas ampliaba su renta de nuevo (11-17, minuto 27) antes de que un tanto de Jenilson y uno de Dorado de golpe franco directo con el tiempo cumplido permitiese a los de O Morrazo irse a vestuarios con un 13-17.

Nacho Moyano y Álex Mozas antes del inicio del choque. |  // SANTOS ÁLVAREZ

Nacho Moyano y Álex Mozas antes del inicio del choque. | // SANTOS ÁLVAREZ / César Collarte

Tocaba apretar los dientes en busca de la reacción, pero los instantes iniciales de la segunda mitad ofrecieron un intercambio de golpes –cuatro goles en los dos primeros minutos– que no favorecía a un Cangas que no era capaz de sacar partido de las exclusiones visitantes. El juego coral del Torrelavega no encontraba oposición en una defensa de plastilina y cada acción terminaba en un lanzamiento cómodo. La renta visitante se disparaba peligrosamente (18-24, minuto 38) y Moyano se veía obligado a parar de nuevo el encuentro (20-26, minuto 41).

El cuadro cangués se puso 28-30 a falta de cinco minutos pero no culminó la remontada

La apuesta fue entonces el 5.1 con Dorado como avanzado, pero aunque el Cangas sacaba algún que otro rédito atrás pagaba su hiperexcitación y era incapaz de traducirlo en el electrónico (21-28, minuto 46). Un par de contragolpes y un lanzamiento de Del Arco permitieron rebajar las distancias (24-29, minuto 48, antes del tiempo muerto de Mozas). Mención especial merece la afición de O Gatañal, que volvió a dar una auténtica exhibición. Lejos de hacer la más mínima crítica a los suyos por entonces estaba completamente enfervorizada, creyendo ciegamente en la remontada a pesar de los escasos argumentos que para ello ofrecía el equipo en pista.

Afición de O Gatañal en el partido de ayer.

Afición de O Gatañal en el partido de ayer. / SANTOS ALVAREZ

Las gradas dieron impulso a los suyos que, ahora sí, se mostraban más decididos en los contactos y en las ayudas. Un par de robos y otros tantos contragolpes parecían obrar el milagro (28-30, minuto 55, con tiempo muerto del preparador visitante). Por si fuera poco el Cangas recuperó otro balón y Del Arco forzó la exclusión de Popovic. Era el momento clave, pero el lanzamiento del madrileño se encontró con un viejo conocido como Mile Mijuskovic para abortar el sueño. Fue el desenlace más lógico para un equipo que hacía tiempo que navegaba a la desesperada, sin margen para el error. Y también el más justo en cuanto a merecimientos.

El Torrelavega abrochó el triunfo con el gol desde los siete metros de Adrián Fernández y permitió a Mijuskovic adornarse en esa recta final para recuperar los cinco tantos de renta y sumar su primer triunfo de la temporada. El Frigoríficos necesita mejorar, pero cada vez de manera más urgente.

Ficha técnica:

Frigoríficos del Morrazo: 28

Javi Díaz; Moisés (1,1p), Brais (2), Aizen (6), Jenilson (6), Del Arco (5) y Martín (1) –siete inicial– Forns (ps), Rubén (1), Dorado (3), Quintas, Vilanova (1), Santi López (2), Chaparro y Gayo.

Bathco Torrelavega: 33

Mijuskovic; Adrián Fernández (5, 2p), Cangiani (2), Casanova (3), Maestro (2,1p), Czaplinski (5) y Popovic (4) –siete inicial– Calle (ps), Alonso (2), Colunga (4), Isidoro (3), Dani Ramos (2), Villoria (1) y Prieto.

Marcador cada cinco minutos: 2-3; 5-10; 8-11; 9-13; 11-15; 12-17 (descanso); 17-21; 20-25; 21-27; 24-29; 28-30; y 28-33 (final). Árbitros: Bustamante López (Navarra) y Álvarez Mata (Euskadi). Excluyeron a los locales Quintas, Chaparro y Marín y a los visitantes Adrián Fernández (2), Alonso, Colunga, Cangiani y Popovic. Incidencias: Unos 1.600 espectadores en el pabellón de O Gatañal, con un excelente ambiente.

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